SIBANICÚ,CAMAGÜEY.- "Aquí el que manda es el pueblo, y nosotros no queremos a nadie más que no sea usted", fue la respuesta que recibió de sus electores Aleisey Carmenates Llanes, cuando propuso que otra persona asumiera la responsabilidad como delegado de circunscripción, tras sufrir un infarto en 2021. Ante tales palabras, al hombre no le quedó otra alternativa que tomar impulso, y seguir adelante con un mayor compromiso de resolver los principales problemas de su comunidad El Entronque.

Aleisey, hijo de un humilde operador de tractor, nació y creció allí, a más de 20 kilómetros al sur de la cabecera municipal de Sibanicú. Disfruta montar a caballo, ver cómo crecen las plantas desde que siembra la semilla, y recoger los huevos en el gallinero. De niño soñaba ser agrónomo, y aunque ocupó diferentes puestos de dirección, jamás se imaginó diputado al Parlamento cubano, compromiso que tiene desde 2013 y para el que fue propuesto nuevamente para las elecciones del próximo día 26.

“Soy un guajiro que trabaja de sol a sol, con el machete en la mano. Nunca pensé llegar a tanto, pero eso resulta una muestra más de la democracia que existe en Cuba”.

Carmenates preside la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) El Entronque, de referencia en el país y que ostenta la condición de Vanguardia Nacional por tres años consecutivos. Con la ayuda del pueblo y los trabajadores de la UBPC ha resuelto desde problemas de acueducto y tendederas para la electricidad en bateyes hasta la construcción de una farmacia. Como gran reto le queda mejorar las condiciones del camino y el transporte, pues, aunque logró conseguir una guagua que transita por los consejos populares Hatuey y Álvarez Mola, la falta de combustible solo permite que salga dos veces en la semana.

“En la comunidad hay 826 habitantes, pero siempre digo que son más de mil porque de poblados aledaños, incluso del municipio Najasa, muchas personas ven en El Entronque las posibilidades de desarrollo y vienen por acá de forma sistemática”.

Como diputado pertenece a la Comisión Agroalimentaria, de las que más trabajo tuvo en el mandato que casi termina, donde se aprobaron varias leyes luego de extensas jornadas de análisis, recorridos y controles a entidades en la base, unidades productivas y empresas.

“En la Asamblea Nacional se debaten temas de todo tipo, por eso los integrantes provienen de diversas ramas: desde un artista o un científico, hasta un productor. Uno de los asuntos más importantes es el referente al campo y a cómo producir alimentos, de ahí la importancia de que el sector esté representado.

“Nosotros no cobramos por esta labor, aquí no es diputado el que tiene dinero, o el que venga de una familia rica, el más humilde campesino puede representar a un pueblo, y yo he intentado no defraudar a Sibanicú, Camagüey y Cuba”.

Durante este proceso los candidatos han recorrido diversos lugares del territorio: la Industria Azucarera, la Pesquera, la fábrica de queso o comunidades alejadas como Oriente Rebelde. “De allí me llevé lindas experiencias, creo que es una excelente manera de intercambiar con el pueblo, que nos hace muchas preguntas, han sido encuentros muy fructíferos”.

Aunque no llegó a estudiar Agronomía, alega que cumplió su sueño de forma empírica. “No me escondo para decir que soy un obrero calificado en soldadura. El aprendizaje que he tenido en la práctica en el campo me ha enseñado tanto como cualquier ingeniero, pero también he pasado muchos cursos académicos de diferentes especialidades que me han servido para complementar saberes”.

Ninguno de los logros de Aleisey serían posibles sin el apoyo de su familia, especialmente el de su esposa Deisy, quien lo acompaña en el trabajo desempeñando cargos administrativos en la UBPC. También su hijastra, sus dos hijos y sus diez hermanos campesinos fungen como sostén cuando lo requiere.

"Están orgullosos de mí y yo de ellos. Con una familia así uno puede ser diputado o cualquier cosa, siempre me dicen que esté tranquilo, cuento con su ayuda para lo que haga falta. Me inspiraron a seguir tras el infarto y otros problemas de salud".

Además, en tiempos complejos la comunidad ha estado allí para él, lo consideran un líder tan capaz que una señora lo hizo llorar al calificar a Aleisey como “el Fidel” del Entronque. “Me gusta ponerme retos, no puedo rajarme, tengo que darlo todo por ese pueblo que me propuso y que confía en mí, esos trabajadores que me visitan a la casa cuando estoy enfermo y me piden que siga guiándolos".

Aunque las complicaciones de salud ya no permiten a Carmenates montar a caballo con la frecuencia que le gustaría, o pasarse una jornada entera machete en mano, no abandona su vocación agropecuaria y productiva.

“El objeto social de la UBPC que presido es la caña, pero no me conformo con eso, me puedes ver con las gallinas, los cerdos, incluso planifico consejos de dirección en polos productivos”.

Se imagina en otro lugar?

—Siempre he trabajado en El Entronque y no pienso salir de aquí. He tenido oportunidades de trabajo en diferentes lugares, pero lo mío es el campo.