CAMAGÜEY.- Lo aseveró el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz: si la juventud falla, todo el esfuerzo para construir la Revolución Cubana sería en vano. A razón de la reciente celebración de su cumpleaños 94, el 13 de agosto, esa frase resuena como un eco, que las nuevas generaciones de estos tiempos reformulan en el contexto político y sanitario que vive el país.

La inspiración del líder histórico la sienten jóvenes como Surelis Hernández Delgado, trabajadora del sector de la cultura. Todos los cubanos, mientras hagamos con pasión y entrega la labor que nos corresponde, nos acercaremos más al concepto de nación que imaginó nuestro líder histórico, expresa. “Desde mi trabajo controlamos las actividades culturales que se realizan en la provincia y velamos porque se cumpla el disfrute que ofrecen los artistas a la población”.

Cuando habla de Fidel, Hernández Delgado transmite la confianza de los que honran las grandes obras de un padre fundador. Refiere que “cuando la COVID-19 se ha convertido en uno de los mayores retos a vencer, debemos mantener la humildad y la solidaridad que él nos enseñara. La fecha de su nacimiento es simbólica para nosotros porque representa el compromiso con la Patria y con aquel hombre que materializó los preceptos de nuestro Héroe Nacional, José Martí.

Fotos: Leandro Pérez Pérez/ AdelanteFotos: Leandro Pérez Pérez/ AdelanteLos jóvenes somos la estampa de la continuidad de la Revolución cubana. Una piedra angular en la búsqueda de la unidad, hacedores fundamentales del socialismo que construimos y sus principales exponentes. Con mi oficio, apoyo al desarrollo de la cultura, a organizar de manera efectiva una programación para el pueblo de Camagüey, de ricas tradiciones y costumbres. Formo parte de esas personas que solo sentimos consumado el ajetreo diario, cuando vemos alimentado y enriquecido el espíritu de los ciudadanos”.

Surelis también reconoce el quehacer y el esfuerzo de los jóvenes que han combatido cara a cara, en la primera línea, el coronavirus en las instituciones de salud y han contribuido a mantener el orden en las colas para que no se propague la pandemia en la provincia.

Unos de esos muchachos responde al nombre de Yasmani Sian O’Farril, integrante del claustro de profesores de la Escuela Pedagógica Nicolás Guillén, quien a partir del próximo mes ocupará la responsabilidad de presidente municipal de las Brigadas Técnicas Juveniles.

A sus 22 años apoyó, durante 15 días, “la limpieza y organización de la sala donde estaban los contagiados por el virus, en el hospital Octavio de la Concepción y de la Pedraja. Cuando me convocó la UJC, mis familiares se preocuparon mucho después que supieron los daños que ocasionaban la enfermedad. Me aconsejaron los vecinos. Pero mis padres me dijeron que si tenía mi disposición, fuera.

Sentí miedo, como es normal, pero nos prepararon para usar los aditamentos de la limpieza y de cómo cuidarnos en ese sitio. Junto a mí había jóvenes de todos los sectores. Integrábamos el contingente Ignacio Agramonte, en mi caso, pertenecí a la tercera brigada. Cuando entré habían 45 casos y al salir quedaban solo siete”.

Asegura Yasmani que el reto no fue nada sencillo, pero que resultó la mejor manera de materializar la consigna ¡Yo soy Fidel! “Al completar mi trabajo, me sentí un artífice de esa exclamación. Después de salir del hospital y permanecer aislado por dos semanas, me incorporé a las labores productivas y a las pesquisas en los barrios”.

Para Sian O’Farril, el nacimiento de Fidel es para conmemorar en todo momento, “sin horarios, sin una ubicación específica, con la acción, más que con la palabra. Él fue el precursor de la Unión de Jóvenes Comunistas, de la Revolución, y lo que somos se lo debemos a él. No hemos podido festejar el Día Internacional de la Juventud con la emoción de otras ocasiones, por la situación sanitaria en que hoy nos encontramos, pero lo hemos hecho con la tranquilidad que nos ofrece el pertenecer a un país más justo.

“Fidel hubiera estado orgulloso de nosotros”, asegura él. El ejemplo vale más que mil discursos y, sin dudas, el Comandante en Jefe ha surtido de suficiente valor y altruismo a ese ejército de fieles, que ante las más crudas adversidades y como en una suerte de respuesta, le han demostrado que no fallarán.