CAMAGÜEY.- Siempre quise ser maestra. Tuve muy buenos ejemplos y los recuerdo con mucho amor. De ellos aprendí que el maestro no solo enseña, sino que también educa; que en una clase además de los contenidos se puede compartir sobre la vida y sacar experiencias; que el maestro puede ser amigo y hasta cómplice. La vida me llevó por otro rumbo, pero siempre admirando a los que siguen ese camino.
Cada, 5 de octubre, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) rinde homenaje a esa profesión valiosa dentro de cualquier sociedad, instituyendo el Día Mundial de los Docentes que este año tiene como lema “Jóvenes docentes, el futuro de la profesión”.
Para homenajearlos en su día Adelante Digital se acercó a algunos docentes, entre ellos, a quienes desde la Escuela Provincial Pedagógica Nicolás Guillén Batista se preparan para serlo.
Fotos: De la autoraAunque no era la carrera de sus sueños, Thalía Velázquez Val, de segundo año de Inglés quedó atrapada cuando realizó sus primeras prácticas preprofesionales: “Sé que tengo que esforzarme para dar las clases con calidad, apoyar a los alumnos, que aprendan. Cuando eres maestra te conviertes en una segunda mamá y tienes que hablarles de todo. Recuerdo a muchos maestros, pero especialmente a Rosa María quien fue mi teacher en la secundaria Paco Borrero, siempre me apoyó en todo y cuando pedí la carrera me dijo que era muy bonita y me motivó”.
Como maestro primario se prepara Adriel Lorente González, que apenas cursa su primer año de la especialidad: “Me gusta trabajar con los niños, que aprendan en las clases y se preparen para la vida. Quiero ser un buen maestro, educar como es debido, parecerme a Mailín, mi profesora de Matemática de la secundaria básica Asamblea de Santa Cruz, en La Jagua. Ella estuvo siempre a mi lado en los momentos difíciles y me aconsejaba cuando tenía un problema”.
Licenciado en Marxismo, Leninismo e Historia. Profesor de Cultura Política de 1er y 3er año en la Escuela Provincial Pedagógica Nicolás Guillén Batista.Ya con ocho años de experiencia en la profesión Luis Miguel Mora Navarro sabe bien de sus responsabilidades: “Ante todo, el maestro es ejemplo para los estudiantes en todos los sentidos, desde su forma de hablar, la vestimenta, el comportamiento”.
—¿Cuáles son tus principales retos?
—Educarlos, trasmitirles mis conocimientos, formarlos en los principios de la Revolución y en el legado de las figuras de José Martí y Fidel.
—¿Cómo es la relación que estableces con tus alumnos?
—De mucha comunicación. Trato de conocerlos todo lo que puedo, dónde viven, con quién, sus condiciones económicas y sociales… porque si trabajas sobre esa base y estás al tanto de sus problemas puedes ayudarlos más. Tienes que conocer lo que les sucede en todo momento. Uno les coge afecto pero a la vez les exijo mucho, por la realización de las tareas, el uso del uniforme, su comportamiento.
—¿Algún mensaje para los estudiante?
—Que sean estudiosos, participativos, creadores. Que se preparen para la vida pues en un futuro serán los maestros del país, nuestro relevo.
Virtudes Urquiza Rivero ha dedicado su vida a la profesión: 47 años. A la pregunta de por qué se reincorporó hace tres cursos, cuando ya disfrutaba su jubilación, en la escuela primaria Pepito Tey, se apura a contestar: “Para contribuir al desarrollo y formación de las nuevas generaciones que tanto necesitan de nuestra experiencia”.
—¿Qué importancia le atribuyes a tu quehacer?
—La educación es un eslabón fundamental de nuestra sociedad. En la primaria, específicamente, se dan los primeros pasos para el aprendizaje. Debe ser una labor cotidiana y sistemática para lograr el hombre nuevo que se requiere en estos tiempos.
—¿Cómo combinar enseñanza y aprendizaje?
—Hay que llevarlos estrechamente relacionados porque enseñar requiere del aprendizaje exitoso de los contenidos y educar es la formación en valores. No pueden separarse.
—¿Qué le sugieres a los futuros maestros?
—Que sientan amor por la carrera, que muestren todo su interés en esta bonita tarea que es la enseñanza-aprendizaje.