CAMAGÜEY.- Hugo Rafael Chávez Frías nació un día como el de hoy para ocupar un lugar en la historia de Venezuela, en la latinoamericana y mundial, perdurable en el tiempo. 

El Chávez que la modestia no lo hiciera ver los honores que recibía en Cuba con las Ordenes "José Martí" y "Carlos Manuel de Céspedes".

El Chávez que Fidel Castro adivinó las cualidades de gran revolucionario y de sólidas convicciones a la sombra y el ejemplo de Bolivar.

El Chávez que recordamos, aquel hombre que no entendía como poder acostarse a dormir tranquilo a sabiendas de que podía hacer más por la gente pobre.

Fue leal a su pueblo. Buscó eliminar la miseria para alejarlo del desamparo, mientras profesó la verdad sobre la mentira.

El periodista venezolano José Vicente Rangel no se equivocó . Al ofrecer una vez sus impresiones de un diálogo con Chávez dijo, que entrevistó al hombre más popular de esa nación.

Reproduzco algunas de sus citas: " Chávez tiene algo que le llega a la gente, relacionado con su origen, con el léxico de la gente del llano...con el folclor, con la leyenda... Chávez es un formidable catalizador de la esperanza popular"

En los programas sociales y de profundas raíces revolucionarias, frente a una Venezuela permeada antes por una política tradicionalista, hoy está y estará, por siempre, la obra de Chávez que al decir del propio Rangel: "Es la póliza del seguro que necesitaba la democracia venezolana".

Los corazones de los cubanos están abiertos para el legendario guerrero que, hasta el mismo día de su muerte, no reparó en mantener sus ideas de una latinoamérica unidad como lo soñaran Bolívar y Martí, dos de sus principales paradigmas, junto a otro gigante de la historia: Fidel Castro.