Según explicó Iván Lora Alfredo, director de la planta que distribuye ese insumo, perteneciente a la Empresa Comercializadora de Combustibles (CUPET), la rehabilitación del punto de venta de esa localidad es un viejo anhelo de los pobladores.

Luego del paso del huracán Ike, en 2008, la entidad se destruyó y desde entonces se reclamaba su restitución, pero hasta el año pasado, cuando se liberó la venta, el volumen de clientes normados existentes allí era escaso y no se hacía rentable una inversión mayor.

Comentó el directivo que con la reapertura de ese punto se beneficiarán los vecinos de Altagracia, pero también los de otras comunidades y tal vez se libere un poco de presión sobre los puntos más cercanos como los de los repartos Lenin y Puerto Príncipe.

Durante el primer año de la venta liberada de gas licuado en Camagüey, más de 54 mil 300 usuarios han contratado ese servicio, lo cual al sumarse a los que ya lo recibían de forma normada, asciende a 72 mil 750 clientes en el municipio cabecera de la provincia, informó Lora Alfredo.

Precisó que desde la puesta en marcha del programa, se ha mantenido estable la disponibilidad de suministros, y solo en noviembre de 2015 hubo faltante del combustible, por problemas con las máquinas llenadoras de los cilindros en la planta de CUPET que él dirige.

Para solucionarlo, se realizó una reparación capital a las 14 llenadoras y se labora 24 horas en esa instalación, para garantizar el abastecimiento.

Antes de la apertura al libre expendio de ese combustible para la cocción de alimentos, en Camagüey solo se beneficiaban de él unos 18 mil clientes normados por la canasta básica, de ahí la alta demanda que permitió la triplicación de esa cifra para la modalidad de venta liberada. 

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