José Molina Álvarez, jefe del departamento Técnico y Productivo de la filial camagüeyana de la Empresa Nacional de Conservas de Vegetales, dijo a la ACN que las plantas ubicadas en esta ciudad –Mambí- y la otra en Camalote, en el noreste del territorio, desarrollan tareas de reparación y mantenimiento normales.

Se espera que los trabajos concluyan en enero para en febrero emprender la molida de la fruta, en la etapa intensa de la cosecha.
 

La entidad aún está inmersa en los contratos con los productores, y los establecidos hasta ahora indican que las dos fábricas procesarán unas ocho mil 200 toneladas de tomate, de las cuales mil 200 las suministrarán agricultores de la provincia de Las Tunas a la industria de Camalote.

El objetivo de las instalaciones es obtener pasta de tomate, que servirá para emplearla como insumo en la elaboración de otras producciones como puré y diferentes tipos de salsas, tanto para suministrarlos a la red hotelera y gastronómica como para la venta en el mercado nacional.

 William Montero de la Cruz, administrador de la planta Mambí, señaló que los trabajadores se esfuerzan por preparar la industria lo mejor posible, pues la tecnología es obsoleta y con frecuencia sufre roturas, como ocurre con la caldera, en explotación desde la década del 50 del pasado siglo.

Esa fábrica prevé moler unas dos mil 700 toneladas de la fruta, que le suministrarán las cooperativas campesinas Máximo Gómez y Mártires de Pino Tres, ambas en Santa Cruz del Sur, además de la empresa Acopio, del Ministerio de la Agricultura.

En la campaña de 2015 la industria conservera de Camagüey solo procesó alrededor de seis mil 600 toneladas por incumplimiento de los contratos por los cosecheros.   

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