CAMAGÜEY.- No por repetido y seguro deja de ser relevante que cada septiembre entren a las aulas cubanas, de forma gratuita, millones de niños y jóvenes. El noveno mes del año se ha convertido en la confirmación de que la felicidad de los estudiantes y sus ganas de saber son prioridades aquí.
Aunque desde bien temprano se abrieron las puertas de los 677 centros escolares del territorio para dar la bienvenida al nuevo curso, fue la escuela primaria Josué País García del municipio Camagüey, la escogida para celebrar el acto provincial por la fecha.
Allí, además de apreciar la rehabilitación de las instalaciones, los presentes conocieron que los cerca a los 116 mil alumnos que colman desde hoy las escuelas, contarán con una cobertura docente de un 96 por ciento, superior a la media nacional. En este logro incidió, además del aumento salarial, la graduación de más de 400 profesionales en julio último.
“El incremento de personal debe traducirse en un ascenso de la calidad de las clases, en un mejor funcionamiento de las instituciones docentes y en la enseñanza integral de los estudiantes. Se debe lograr que a la par de las asignaturas que se impartan vaya la formación de valores y en ese empeño es indispensable el apoyo de la familia”, expresó Yoseily Góngora López, vicepresidenta de la Asamblea Provincial del Popular.
Durante la fiesta escolar se dedicó un momento especial a elogiar el trabajo de Elba Rosa Romero Suárez, una maestra muy querida en sus 38 años de labor. A la subdirectora de la “Josué País” se le entregó en presencia de sus compañeros y alumnos la Medalla José Tey en agradecimiento a su activa participación en el desarrollo educacional del país.
Otros que también merecieron aplausos fueron los representantes de las entidades que apoyaron al sector en la elaboración de los uniformes escolares, los recursos para las obras constructivas y la atención en otros servicios indispensables.
Entre cantos dedicados a la noble tarea de enseñar, coreografías que realzaron los colores de la bandera y la alegría enorme que caracteriza a nuestros niños, culminó la primera parte del festejo. La otra continuó en las aulas cuando cada estudiante recibió de manos de los maestros sus libros y libretas. Ya septiembre por fin se alumbró, ahora depende de todos que no se apague esa luz.