CAMAGÜEY.- Hacer ciencia a 550 km del túnel de la Habana tiene un peso increíble y ellos lo han sabido llevar muy bien. Cuando Fidel anunció en el acto de inauguración del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de la capital que ya se construía otro en Camagüey, estaba seguro que la comunidad científica de la tierra de El Mayor no lo defraudaría y no lo ha hecho en treinta años.

La vacuna GAVAC, contra la garrapata en el ganado bovino que evita la importación de otros químicos; el HEBERNEM que protege los cultivos tapados contra las plagas, la vacuna PORVAC que contribuye a los rendimientos de la masa porcina y evita su pérdida por el cólera y un producto destinado a combatir el cáncer de próstata, son solo algunos ejemplos de que aquellos que hace treinta años recibieron al Comandante en Jefe en el centro y las generaciones que les siguieron han sabido mantener el prestigio del primer CIGB fuera de la capital.

Los que tildaron de loca aquella idea de que un país como Cuba, del tercer mundo, se dedicara a la biotecnología no pensaron en ningún momento que a la vuelta de los años, solo los camagüeyanos iban a tener 40 millones de pesos en ventas, de estos 32 millones en exportaciones. Por eso hay motivos para celebrar.

Así lo reconoció la Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya, en una misiva dirigida a los trabajadores de la entidad camagüeyana dada a conocer este jueves durante las celebraciones en el salón de protocolo Nicolás Guillén de la Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramonte. Pérez Montoya asegura que se trata de un centro que prestigia a la ciencia cubana, por ser líder en la obtención de fármacos con diversos fines y además resaltó el protagonismo de sus jóvenes.

En el homenaje, cinco trabajadores recibieron la distinción Juan Tomás Roig, por su ejemplar conducta, dedicación, ética, responsabilidad y aportes a los grandes avances de la ciencia en el país. De igual manera Nemecio González Fernández, director del CIGB en Camagüey, les entregó el trofeo 30 Aniversario que acredita como fundadores a cinco prestigiosos investigadores de este centro científico.

Por su parte, Marta Ayala Ávila, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y vicedirectora general del CIGB de La Habana, felicitó a los investigadores camagüeyanos, cuyos resultados se muestran en la sustitución de importaciones, una mejor calidad de vida de los pacientes, así como en el desarrollo agropecuario del territorio.

Esta institución camagüeyana ha logrado en estos años unir a investigadores de gran valía y preparación, que junto al cumplimiento de indicadores internacionales dan confiabilidad y seguridad a los productos creados aquí a, 550 kilómetros del túnel de la Habana y que al cabo de tres décadas refuerzan la idea de que el presente y el futuro de Cuba es inevitablemente de hombres y mujeres de ciencia.