CAMAGÜEY.- Aquella fue una mañana feliz, un domingo diferente. En el Día de los Padres el mejor regalo que me trajo la vida fue completar la tercera dosis del candidato vacunal Abdala para inmunizarme contra el SARS-CoV-2, ese virus letal que ha cobrado en Cuba más de 1 240 vidas y contagiado a más de 182 350 personas.

Mis colegas que sin miedo pusieron el brazo para que manos diestras inocularan la vacuna saben que debemos de cuidarnos ahora, más que nunca, acatar las medidas de bioseguridad, no desechar el nasobuco y mantener el distanciamiento social. Esa responsabilidad será el mejor homenaje a los científicos que en solo 13 meses, desde una Isla subdesarrollada y bloqueada, han trabajado no en uno, sino en ¡cinco candidatos vacunales!, dos de los cuales justo por estos días conocimos que alcanzan elevados porcientos de eficacia.

Por ellos, ese Día de los Padres recordé a mi progenitor, digno trabajador ferroviario, de naturaleza innovadora, quien hizo posible que los filtros de los coches motores Fiat continuaran trabajando para enfrentar el bloqueo. Ese padre de convicciones profundas me enseñó, desde pequeño, a ser revolucionario, bajo el radiante ejemplo de la ortodoxia, de Chibás, de hombres como Jesús Suárez Gayol y Cándido González y Fidel, a quien fue leal hasta el día de su muerte. 

Aquel fue un dia feliz también porque recibí la felicitación, aunque desde la distancia, de Helen Beatriz, mi nieta, que mientras su madre cumplía un programa de colaboración de Salud en Venezuela por cinco años, estuvo al abrigo de su Mimi y de Papín, este viejo que le vigilaba la fiebre, aunque al otro dia se lo pasara soñoliento.

Tengo la suerte de que mi hija, estomatóloga de profesión, había completado también, unos días antes de aquel domingo, la tercera dosis de Abdala. Entonces, solo faltaba la mujer que me ha acompañado por más de 54 años y me convirtió en padre hace más de medio siglo. En el consultorio médico de la familia su nombre está dispensarizado como parte del primer grupo etario que recibirá la inmunización desde este 28 de junio.

Por eso, si el Día de los Padres fue un domingo diferente y feliz, este lunes lo será más. Mi familia cerrará el círculo de inmunidad, mientras miles de camagüeyanos comienzan a recibir tres pinchazos de esperanza.