CAMAGÜEY.- “El equipo ha trabajado con seriedad y constancia en la preparación. Por eso estamos conscientes de que podemos clasificar a la segunda fase y luego, con una buena elección de refuerzos, pensar en grande”, aseguró Miguel Borroto, director de los Toros de la Llanura, y agregó que en los topes y en las diversas acciones de entrenamiento están incentivado el pensamiento táctico, “los estamos enseñando a producir carreras a partir de la velocidad, pues tenemos muchos jóvenes rápidos”.

“Contamos con un grupo de jóvenes talentosos con deseos de triunfar”, agregó el experimentado mánager en un encuentro que tuvieron ayer peloteros y directivos con las máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia.

“Vemos un conjunto completo a la ofensiva, con tocadores de pelota y con hombres de fuerza al bate. También en los entrenamientos hemos potenciado las acciones defensivas sobre todo en las combinaciones alrededor de la segunda base, porque para ganar en el béisbol hay que fabricar doble play. En ese sentido hemos tenido la asesoría de Sergio Quesada, toda una estrella en esa combinación.

“Le hemos pedido a los entrenadores que nos preparen a los lanzadores abridores para seis entradas, luego los relevos tendrán su rol. Ese es el béisbol moderno y es el que nosotros vamos a jugar.

“Tenemos, además, varios jugadores hechos, con la madurez suficiente para guiar a los más inexpertos, Ayala y Góngora son campeones nacionales. Marino Luis está demostrando en los entrenamientos que le puede aportar al infield tranquilidad y experiencia”.

Para Borroto los jardines camagüeyanos están bien custodiados. “Contamos con jugadores que desplazan muy rápido y garantizan una buena defensa. Igualmente en el área de los receptores tenemos un agradable dolor de cabeza, con cuatro muchachos que están muy parejos.

“Hoy en la pelota cubana se viaja con solo 25 peloteros y una dirección demasiada extensa, nosotros haremos las gestiones para viajar con 30, así es como lo hacen los equipos profesionales. Los artistas son ellos y no podemos estar en desventajas con el equipo que juegue de home club”, sugirió.

Por su parte, el Capitán del conjunto y uno de los torpederos más completos de Cuba en este momento, Alexander Ayala, se refirió a la alta responsabilidad que tienen con la afición y con sacar a Camagüey del bache. "No pude hacer el equipo Cuba pero hice el de Camagüey, ya soy campeón nacional y lo único que quisiera antes de retirarme es tener un buen resultado con mi provincia. Cuenten con este guerrero".

Por su parte Dariel Góngora, ya anunciado por Borroto para ser el primer abridor de la rotación, aclaró que no hay nada como jugar por tu provincia natal, “cuando eres refuerzo y entras en mala racha enseguida te empiezan a mirar mal, por eso este año nos hemos preparado no para ser refuerzos, todo lo contrario, para escogerlos nosotros. La preparación ha sido muy buena, con métodos muy modernos que nunca habíamos utilizado en Camagüey. Vamos a echarle los perros pa’ arriba a la gente”.

El llamado de las autoridades de la provincia se concentró en que cada uno haga lo que le toca, que jueguen con unidad y disciplina. Ariel Santana Santiesteban, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia, elogió la nómina y al experimentado cuerpo de dirección que la conducirá. “Para ser campeón tienen que creerse que pueden serlo, un equipo que tenga peloteros de la calidad de ustedes no puede estar en los últimos lugares de la serie. Cuando el equipo de béisbol de una provincia anda bien a la gente hasta se le olvidan sus problemas, pues nosotros llevamos la pelota en la sangre”.

Más allá de lo competitivo, este reportero considera que existen cuestiones en las que todavía se puede trabajar más, sobre todo para garantizarle un lindo espectáculo al público que asista al estadio Cándido González, apoyarse en el talento cultural del territorio para en el quinta entrada brindar opciones a ese público que ya se anuncia repletará el ruedo de Toros. En ese mismo sentido se impone tener una mascota de calidad y ofertas gastronómicas que estén a la altura del mayor espectáculo deportivo del país.