CAMAGÜEY.- Cómo pensarte héroe, sin que nada escape, sin que nada te aparte de los cien fuegos de la vida.
Cómo pensarte héroe: como el hombre sencillo, el del brazo enyesado, el de la eterna sonrisa, el jaranero, el bromista, el bravo, el valiente...pero sobre todo, el humano.
Cómo pensarte héroe: como el que ni en la pelota quiso estar en contra de Fidel, o el de la larga barba negra, o el del sombrero alón, o simplemente, el Señor de la Vanguardia, o la figura icónica del combate en Yaguajay.
Cómo pensarte héroe: el que mueve inspiraciones, al que le cantan, no porque esté muerto, sino porque está vivo, como escribió un bardo emocionado.
Eres el mismo, sí, el mismo, que llena a Cuba de flores cada 28 de Octubre, y haces, del homenaje, una razón para seguir inspirándonos.
Cómo pensarte héroe: aquel que en horas desarticuló planes golpistas en 1959, o como aquél, cuyo Cessna, desde el camagüeyano aeropuerto, el de las remembranzas, desapareció para devolverte inmortal.
Cómo pensarte héroe: si más que pasado... eres presente; no eres historia, haces historia.
Porque el ejemplo no se fue contigo, lo heredamos. Entonces, cómo no verte, pensarte, con estatura de pueblo... porque no eres mitológico, eres real.
Y cómo olvidarte, Comandante, gigante... con esas, tus seis letras de eterno gladiador invencible, de eterno héroe: Camilo.