CAMAGÜEY.- Los venideros Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023 podrían arrojar el diagnóstico definitivo sobre la triste enfermedad que padece el movimiento deportivo cubano. Esta semana los máximos dirigentes del Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación comparecieron ante la prensa en varios espacios para confirmar algunos síntomas que eran visibles desde hace algún tiempo.
Según el vicepresidente del Inder, Ariel Sainz, en esta reunión regional Cuba podría continuar el descenso en el medallero general que se viene experimentando desde Toronto 2015. El funcionario informó que los pronosticó entre 18 y 22 medallas de oro, de 8 a 12 de plata y un máximo de 40 de bronce. De cumplirse el vaticinio se experimentaría un retroceso de 56 años en materia de resultados en el área, pues fue en Winnipeg 67 la última vez que la cosecha dorada fue menor a 30. Además, no se sabe hasta qué escalón del ranking por países caeríamos, pero seguramente estaríamos por debajo del sexto de Lima 2019.
De más está decir la preocupación que despierta entre los aficionados de una nación acostumbrada a sentarse en el segundo puesto del podio desde Cali 71 hasta Guadalajara 2011 y que incluso le arrebató el primer lugar a Estados Unidos en la edición de La Habana 91.
Después de superar más de una vez su récord personal, la esmeraldense Silinda Morales es candidata al título del lanzamiento del disco. Foto: Tomada de Jit
Dentro de las posibles 70 preseas que pudiera ganar la delegación de la Mayor de las Antillas, algunas irán a los pechos de hijos del Camagüey. El cuatro veces rey continental de boxeo Julio César La Cruz encabeza el listado de agramontinos que tienen grandes probabilidades de subir a los podios. Lo luchadores Kevin de Armas y Laura Herín, la discóbola Silinda Morales, la corredora Rose Mary Almanza y el saltador de longitud Maykel Vidal o el tenista de mesa Adrián Pérez también son capaces de luchar un metal. Además podrían alcanzar la gloria algunos representantes de disciplinas colectivas.
Rose Mary Almanza
El principal motivo de esta debacle es el éxodo de talentos que ha sufrido nuestro movimiento deportivo en los últimos dos años. Aunque este es un fenómeno viejo, este pico no tiene precedentes, según el director general de alto rendimiento del Inder, José Antonio Miranda. El directivo detalló en el programa radio-televisivo la Mesa Redonda que 187 deportistas de alto rendimiento dejaron el país por diferentes causas, 109 en 2022 y 78 en lo que va de año. Desde que Miranda diera esas declaraciones el pasado jueves, al menos otros dos atletas engordaron el dato y es otros se sumaran en las jornadas que restan para el inicio de la lid chilena.
Kevin de Armas
A ello hay que agregar los cientos de entrenadores de todos los deportes en las diferentes categorías y provincias que han emigrado o simplemente cambiado de trabajo. Este desangrado, que también experimentan todos los sectores de nuestra sociedad, no es la única razón del desastre. Es el resultado de las limitaciones económicas del sector, la falta de organización, de superación técnica y de atenciones a deportistas y entrenadores a todos los niveles. A todo ello hay que agregar que la mayoría de los países han inyectado dinero al deporte, uno de los negocios más rentables de la industria del entretenimiento.
Maykel Vidal
Las soluciones del problema trascienden a la gestión del Inder, aunque todavía se puede hacer muchísimo desde sus estructuras para mejorar. Por el momento habrá que prepararse para cantar menos veces el himno nacional y vivir momentos de frustración frente a la televisión, cuando sean otros los que dominen disciplinas que antes ganábamos con facilidad.