Cuba asiste a la XVIII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal) que comienza hoy en Bakú, Azerbaiyán, tras compartir su gobierno durante las anteriores 17 citas los históricos principios de preservación de sus Estados miembros defendidos por esa entidad multilateral.

La delegación de La Habana a la reunión, que se extenderá hasta el sábado, entre Jefes de Estado y de Gobierno, liderada por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, reiterará su respaldo a esos objetivos, ya mostrado durante el encuentro de Venezuela en septiembre de 2016 y en otros eventos de coordinación.

Esos propósitos de la más importante organización del mundo después de la ONU, sintetizados en 1979 por Fidel Castro Ruz, en “la lucha por la paz y por un orden económico justo, por una solución adecuada a los agobiantes problemas que afectan a nuestros pueblos”, cobran especial vigencia a la luz de esta reunión.

Los principios descritos por el dirigente cubano en La Habana el tres de septiembre de aquel año, sobresalen de un amplio programa rector del organismo, desde su momento fundacional de Belgrado, en 1961, capital de la entonces Yugoslavia, en la cual Cuba fue el único participante latinoamericano y caribeño.

A esta organización a la que se le atribuye entre sus tareas más trascendentes su quehacer global para hacer oír sus verdades en los más trascendentes foros mundiales y preservar las causas más justas, se le considera una representante de la comunidad internacional más realista que otras.

Los NOAL y Cuba, país que presidió el Movimiento desde 1979 a 1983 y desde 2006 a 2009, coincidieron en promover esos objetivos durante la reunión Ministerial del Buró de Coordinación de septiembre pasado, en la que el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, subrayó la necesidad de defender la unidad y solidaridad dentro del complejo escenario internacional.

El titular llamó a preservar los fundamentos de la organización, surgida en la guerra fría de postguerra con ese nombre para desmarcarse de los polos militares de la época, al frente de los cuales se encontraban Estados Unidos y la Unión Soviética.

Rodríguez Parrilla definió al MNOAL como "un mecanismo imprescindible de concertación en la coyuntura internacional actual", al intervenir también durante la XVII cumbre en Isla Margarita de 2016, que sesionó bajo el tema “Paz, soberanía y solidaridad para el Desarrollo”.

La solidaridad con Venezuela, Estado que asumió en ese año la presidencia pro témpore de los NOAL en presencia de los 120 gobiernos de esa agrupación, junto a otros 17 como observadores, y la entregará a Azerbaiyán para que la ejerza durante los próximos tres años, es uno de los posibles temas de esa reunión en el país euro-asiático.

Los encuentros que anteceden a esta de Bakú acogieron numerosas intervenciones de rechazo de los participantes contra la feroz campaña anti-venezolana impulsada por Estados Unidos contra Caracas, con apoyo de sus aliados dentro y fuera de la región.

El foro de ministros de relaciones exteriores del organismo confirmó en especial el respeto a la autodeterminación y al derecho inalienable de las naciones a defender su integridad y su opción económica, política y social, en momentos de presiones contra Venezuela, Cuba, Nicaragua, Irán, Palestina, Siria y otros Estados progresistas.

De modo más indirecto, la Declaración del encuentro cimero venezolano del 17 al 18 de septiembre de 2016 consignó ese respaldo al gobierno venezolano, al “defender el derecho a la paz, la soberanía y la solidaridad para el desarrollo de sus pueblos, en el quincuagésimo quinto aniversario del Movimiento”.

Los Jefes de Estado o de Gobierno expresaron su condena a la promulgación y aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra los países del Movimiento, en contravención de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, en particular, los principios de no intervención, e independencia.

En este sentido, reiteraron su decisión de denunciar y exigir la anulación de dichas medidas, que afectan los derechos humanos e impiden el plenodesarrollo económico y social de los pueblos sometidos a ellas.

Los NOAL se mostraron en Venezuela conscientes de que la historia y la realidad del mundo de hoy demuestra que son los países en desarrollo los que sufren más intensamente las invasiones y otras violaciones del derecho internacional.

La declaración clasifica esas acciones como despojos de la guerra y de los conflictos armados motivados fundamentalmente por los intereses geopolíticos de los grandes centros de poder, así como de los prolongados conflictos heredados del colonialismo y del neocolonialismo.

También rechazaron el terrorismo y las políticas ilegales de cambio de régimen encaminadas a derrocar Gobiernos constitucionales, en contravención delderecho internacional, e hicieron hincapié en el derecho inalienable a la libre determinación de todos los pueblos, incluidos los de territorios no autónomos.

Los No Alineados surgieron en tiempos de derrumbe del sistema colonial y la lucha por la independencia en África, Asia, América Latina y otras regiones, por lo que fueron determinantes en el proceso de descolonización, que luego condujo a la libertad de muchos pueblos y a la formación de nuevos estados soberanos.