CAMAGÜEY.- El aniversario 184 del natalicio del héroe epónimo de esta ciudad, Ignacio Agramonte Loynaz, convocó a todas las generaciones de cubanos, en especial la de Camagüey, para honrar al hombre que se convirtió en un símbolo eterno de valentía, lealtad y patriotismo.

 

 

"Su figura, estudiada por historiadores, militares, juristas y otros, trasciende los libros para encarnarse en el corazón de la nación cubana. "Desde su aristocrática cuna, supo escoger el camino difícil y justo: el de la revolución," dijo la historiadora, Mailén Celia Fernández Morejón, frente a la casa natal del notable prócer que llegó a este mundo el 23 de diciembre de 1841.

Agregó la conocedora que "El Mayor, como llamaban a este gran hombre, no solo fue un joven brillante y abogado de brillante prestigio, sino que ante la disyuntiva de su época entregó comodidades y fortuna por la libertad de Cuba. La presencia y liderazgo en la Asamblea de Guáimaro, resultó fundamental para dotar a los mambises de un marco legal para luchar por la independencia".

Durante la Guerra de los Diez Años, Agramonte sobresalió como el líder militar que Cuba necesitaba, "y fue en la manigua redentora donde su leyenda se forjó a fuego. Al mando de una temible caballería, se transformó en el azote de las tropas coloniales, en un estratega audaz, cuyo ímpetu y tácticas se hicieron proverbiales", dijo Fernández Morejón.

Apuntó cómo en el texto Céspedes y Agramonte, del Héroe Nacional de Cuba, José Martí, se vislumbra como "un prototipo de eticidad épica de nuestro país". Además del militar excepcional destacó virtudes como la de esposo devoto y la lealtad hacia sus compañeros reflejada en acciones como el Rescate de Sanguily.

Desde su debut en el combate de Altagracia participó en acciones como Las Minas de Juan Rodríguez, Las Tunas, La Industria, Ingenio Grande, Cocal del Olimpo y La Redonda, entre otras. Afirmó Mailén que su caída en Jimaguayú "inició la leyenda inmortal de este ser humano entrañable, de voz clara y firme, mirada dulce, vigor corporal y bellas cualidades del alma, a decir de sus compañeros ".

El tributo, que contó con la presencia del Miembro del Buró Províncial del Partido Comunista de Cuba, Roberto Conde Silverio y del Vicegobernador en Camagüey, Yennis León Mayedo, continuaron con una peregrinación de los habitantes de esta ciudad, quienes siguieron los compaces de la Banda Provincial de Conciertos, hasta el Parque Agramonte. En ese emblemático espacio le fue colocada una ofrenda floral a la estatua ecuestre de El Mayor, en nombre de este heroico pueblo, comprometido con su legado imperecedero.