CAMAGÜEY.- Imagina a un atleta paralímpico como Guillermo Varona, concentrado en la pista. En su mente, visualiza el recorrido de la jabalina atravesando el aire, el punto exacto donde debe caer para asegurar la medalla. Su cuerpo, en constante tensión, ha sido entrenado durante años. Cada músculo responde al arduo trabajo, pero más que su fuerza física, es su mente la que impulsa el lanzamiento. Es la certeza de que, pese a las adversidades, alcanzará la meta.
Ese momento en que Varona lanza la jabalina, cargado de sueños, de sacrificios y de voluntad, es una imagen poderosa que trasciende el deporte. Es una metáfora del esfuerzo constante que realizan las personas con discapacidad en Cuba, quienes, al igual que el atleta, se preparan día tras día para sobreponerse a barreras invisibles y visibles.
No basta solo con el esfuerzo individual; se necesita un contexto que favorezca el vuelo de la jabalina. Los derechos y las demandas de quienes enfrentan una discapacidad en la isla son similares a ese lanzamiento: necesitan fuerza, pero también un espacio donde puedan avanzar, un viento que les impulse, reglas claras que permitan que el recorrido sea justo.
Como en el caso del jabalinista, la preparación es fundamental. No es solo cuestión de voluntad, sino de crear oportunidades, de contar con entrenadores, condiciones y apoyo. Los derechos de las personas con discapacidad requieren el mismo tipo de dedicación: un entramado de políticas públicas, accesibilidad, sensibilización y justicia social que permita que todos puedan lanzarse con igualdad de oportunidades.
En ese sentido, el séptimo Congreso de la Asociación Cubana de Personas en Situación de Discapacidad, por su nombre anterior ACLIFIM, se erige como ese campo donde las expectativas están puestas en mejorar las condiciones de vida, en fortalecer los derechos y en trazar nuevos caminos hacia una sociedad más inclusiva. Aunque sabemos que un congreso no resuelve los problemas de inmediato, sí es un paso necesario, un impulso hacia el futuro. Es el momento donde, al igual que el jabalinista antes de lanzar, la preparación se traduce en acción.
La provincia de Camagüey se prepara para una participación destacada en la cita que tendrá lugar del 8 al 10 de octubre de 2024 en el Palacio de Convenciones de La Habana. La delegación, compuesta por 21 miembros, presentará una agenda que busca resolver desafíos locales y promover mejoras nacionales en la atención a las personas con discapacidad.
La comitiva incluye a 13 presidentes municipales de ACLIFIM, 6 miembros de la dirección provincial, y Elena Obregón, una escritora y artesana destacada, que asistirá como delegada directa. Además, contará con la presencia de Guillermo Varona, el primer campeón paralímpico de ACLIFIM en Camagüey, quien ganó en los Juegos Paralímpicos de París 2024, un símbolo de superación para el movimiento de personas con discapacidad en la provincia.
Jesús Zamora (de pulóver azul) junto a invitados y participantes en una de las peñas literarias que desarrolla en Camagüey.
Según Jesús Aismar Zamora Avila, presidente de la comisión provincial de historia de la ACLIFIM y miembro del consejo de dirección nacional, entre los temas clave que la delegación camagüeyana llevará al congreso, destacan los siguientes: la asignación de locales para sedes, la inestabilidad en la comisión de atención a las personas con discapacidad, y el fortalecimiento de la ACLIFIM en Camagüey.
La falta de infraestructura adecuada para las oficinas de ACLIFIM en la provincia ha sido un desafío recurrente. La delegación buscará asegurar un compromiso para la asignación de locales que permitan un mejor funcionamiento y organización de la asociación a nivel local.
Otro punto central será la inestabilidad de la Comisión 9040, un órgano creado para atender a las personas en situación de discapacidad. Este problema afecta la eficiencia de la atención, lo que ha llevado a la delegación a exigir mejoras en su estructura y operación.
Con un total de 6521 asociados, la ACLIFIM en Camagüey necesita consolidar su papel como promotora de los derechos y oportunidades para las personas con discapacidad. El congreso será una oportunidad para visibilizar la magnitud de este grupo y las necesidades particulares del territorio.
Estos temas locales se insertan en un contexto más amplio, marcado por la discusión y creación de una Ley de Discapacidad en Cuba. En diciembre de 2023, el primer ministro cubano, Manuel Marrero, anunció que se estaban sentando las bases para esta ley, que tiene como objetivo proporcionar un marco legal sólido que garantice la inclusión, accesibilidad y protección de las personas con discapacidad.
Actualmente, el país carece de una ley específica, aunque la Constitución de 2019, en su artículo 89, reconoce los derechos de las personas con discapacidad. Sin embargo, estas disposiciones generales no han sido suficientes para garantizar su plena implementación. El Código de las Familias, aprobado en 2022, fue un paso adelante, estableciendo derechos fundamentales para las personas con discapacidad, tales como el acceso a una vida familiar digna (artículo 430) y el derecho a tomar decisiones libres sobre su reproducción (artículo 434). No obstante, la Ley de Discapacidad es necesaria para consolidar estas garantías y asegurar una estructura legal más robusta.
Varios países ya cuentan con legislaciones avanzadas en materia de discapacidad, lo que sirve de referencia para el proceso cubano. España, por ejemplo, está en proceso de modificar su Constitución para eliminar términos como “minusválidos” y adoptar un lenguaje más inclusivo en el artículo 49. Asimismo, cuenta con una ley integral desde 2003 que garantiza la igualdad de oportunidades para personas con discapacidad.
En México, la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad regula el acceso a derechos fundamentales, desde la salud hasta el trabajo, mientras que Argentina y Brasil han implementado leyes nacionales que aseguran la integración social, económica y educativa de estas personas. El Estatuto de la Persona con Discapacidad en Brasil, sancionado en 2015, es un ejemplo de un marco que promueve la autonomía y la plena inclusión.
cartel aclifim
La participación de la delegación de Camagüey en el séptimo Congreso de ACLIFIM no solo es crucial para resolver problemas locales, sino que también contribuye a una lucha mayor por los derechos de las personas con discapacidad en Cuba. La futura Ley de Discapacidad debe construir un entorno más accesible y respetuoso, eliminando barreras sociales y jurídicas. Con estos avances, Cuba podrá alinearse con los estándares internacionales y ofrecer un mayor bienestar a este importante sector de su población.
Este congreso será un espacio para discutir, planificar y, sobre todo, empujar el avance hacia una sociedad más inclusiva, donde las personas con discapacidad puedan desarrollar al máximo sus capacidades, sin enfrentarse a barreras físicas ni sociales.
Y al final, como en cada competencia, no se trata solo de alcanzar la meta, sino de mejorar con cada intento. Si bien el camino es largo y lleno de desafíos, los avances logrados en cada encuentro, en cada congreso, pueden marcar la diferencia. Varona lanza su jabalina con la convicción de que puede ganar, pero también con la certeza de que cada lanzamiento lo hace mejor, más fuerte.
El congreso de la ACLIFIM no resolverá todos los problemas de las personas con discapacidad en Cuba, pero como el lanzamiento de un atleta, puede ser el primer impulso que atraviese los obstáculos, que marque un nuevo rumbo, y que, sobre todo, comprometa a todos con la idea de que el futuro es de quienes luchan por alcanzarlo.