CAMAGÜEY.- Si los que cometen fraude eléctrico supieran los perjuicios que tal hecho encierra para la economía, más las consecuencias personales, lo pensarían antes de dar ese negativo y penado paso.
En conferencia de prensa, Juan Carlos Lacaba Jofre, director de la unidad empresarial de base de atención a los clientes de la Empresa Eléctrica aquí, informó que en el curso del año, son reportadas 746 violaciones de este tipo, fundamentalmente con el uso de imanes como modus operandi.
El funcionario estimó que en valores la cuantía de lo afectado, recuperada económicamente, sobrepasa los 11 millones 227 503 000 pesos, y en materia de energía 2 200 Megawatts.
La Empresa Eléctrica, propietaria del metro contador, conocido el hecho procede a retirar el equipo para efectuar las correspondientes comprobaciones de laboratorio, mientras el servicio al cliente se produce de manera directa.
Comprobada la veracidad de la violación, el infractor es penado con multas de 500 pesos hasta 1 000, en tanto, está obligado a pagar por el monto de energía consumida durante el período de un año.
A Camagüey se extiende, de manera incipiente, la experiencia espirituana para la detección por inspectores, del uso de imanes en los metros contadores para engañar a la empresa. Ellos disponen de una aplicación en sus móviles capaz de detectar aun a varios metros, cuándo está puesto otro dispositivo en el contador, e incluso 20 días después de retirado el imán, el especialista puede descubrir el fraude eléctrico.