CAMAGÜEY.- En la escuela primaria Renato Guitart no se ha perdido la buena costumbre de enaltecer la obra de Jose Martí, hecho doblemente importante.

Primero, por contribuir a profundizar sobre las esencias del Héroe Nacional en las nuevas generaciones y acerca de su hijo, Jose Francisco, y segundo, por la cercanía del centro escolar con la estructura edificada de la casa donde el primogénito vivió la infancia y la adolescencia al abrigo y ternura de la madre, la principeña Carmen Zayas Bazan Hidalgo.

La tradición, surgida hace más de doce años en el plantel, enclavado en la calle Luaces 109, otrora San Francisco 9, a menos de cien metros del Parque de la Juventud, presidido por una estatua de Jose Martí con un niño en sus brazos y un libro, obra del escultor Roberto Estrada, bien pudiera generalizarse a otros centros de enseñanza de la provincia y el país.

Jorge Estrada, maestro del plantel y quien hace algún tiempo se acogió a la jubilación, fue uno de los artífices de este movimiento que ha calado en los corazones de otros educadores como Doris Monteagudo y Blanca Rodríguez, extendido a alianzas con la filial Camagüey de la Sociedad Culltural Jose Marti y la biblioteca provincial Julio Antonio Mella.

Exalumnos de la “Renato” recuerdan que entre los años 1998 y 2000 fueron las primeras  veces que se habló en la escuela de la historia local y de sus relaciones con Martí a través de la labor de la profesora de Historia de segundo ciclo que los motivó a investigar sobre este tema que terminó siendo el trabajo de curso de sexto grado y que trascendió el vínculo de la escuela a la relación de Martí con Camagüey.

Trajeron a colación que una fuente bibliográfica fue que por esa fecha circulaba ya la primera edición de El Camagüey en Martí y de sus páginas salieron motivaciones para buscar información en otros lugares como el archivo provincial y las antiguas escuelas Pías, donde estudió Jose Francisco.

El exdirector de la Renato Guitart, Orlando Cuesta Perez, recordó que aquel trabajo práctico inicial se robustece y viene a convertirse en una tesis de la que se adueñan los infantes, desde el tercer grado y en los niveles sucesivos. Los egresados del sexto grado  dejan como patrimonio, entre otros aportes, poemas y décimas afines al tema.

Blanca Rodríguez, una de las artífices del movimiento para profundizar en la obra martiana.Blanca Rodríguez, una de las artífices del movimiento para profundizar en la obra martiana.Blanca Rodríguez habla en la entrevista con efusividad sobre los motivos que como maestra la llevan a mantener vivo el ideario martiano: "En primer lugar, el amor por la Patria y a mi carrera e inculcar las enseñanzas a los alumnos sobre todos los héroes y mártires que forjaron lo que hoy tenemos para que sigan sus ejemplos y sacrificio".

Estrada es calificado en la escuela como un ferviente defensor de la colocación de una tarja o placa que identifique el sitio donde residió Jose Francisco. Pudiera pensarse en habilitar allí una pequeña sala museable con elementos de esa etapa de su vida como estudiante, de la práctica de deportes y otros materiales al alcance de las manos.

Hace diez años, a propósito de un artículo: Pasajes y andanzas del hijo de Martí en Camagüey, difundido en el semanario Adelante y en Cubadebate, Eusebio Leal aseguró a este periodista que José Francisco tendría su placa.

Todo presupone que en un esfuerzo conjunto de la Comisión de la Memoria Histórica de Camagüey, en la que se agrupan la Unión de Historiadores, la Oficina del Historiador, cuyo director Jose Rodríguez Barreras, dijo que puede contarse con la ayuda de la institución para ese proyecto, Patrimonio, la filial de la Sociedad cultural y otras entidades, se materialice el sueño de muchos camagüeyanos el 22 de noviembre próximo, fecha en que se cumple el natalicio 145 de Jose Francisco, un momento importante para seguir hablando de él.

Vista exterior, en el lateral derecho donde vivió Jose Francisco Marti Zayas Bazan.Vista exterior, en el lateral derecho donde vivió Jose Francisco Marti Zayas Bazan.