CAMAGÜEY.-“Los agramontinos llevamos como marcas en nuestras frentes; ¡Que nuestro grito sea para siempre Independencia o muerte!. Su expresión viril de patriota cubano. Que el amor y el estudio que realicemos con unción de nuestra historia provoquen en nosotros que a la puerta de esta casa patrimonial nos aguarden eternamente el recuerdo del Comandante en Jefe y el de El Mayor”, con estas palabras el historiador lugareño Fernando Crespo Baró clausuró a las puertas de la casa natal del Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz el programa que se desarrolla en nuestra ciudad con motivo del 180 aniversario de su natalicio.

La ceremonia, realizada en las primeras horas de la mañana  frente a la casona colonial, devenida en museo de nuestro patrimonio histórico, antecedió a la peregrinación de pueblo hacia el parque Agramonte para colocar una ofrenda floral ante el conjunto escultórico que se alza al centro de en nuestra emblemática plaza.

Fernando Crespo, miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba, dijo durante su intervención que “Como nunca antes la historia nacional se ha de llevar de almohada y traerse al pie de nosotros a esas almas forjadoras de la nación, para que sigan cuidándonos ante peligros e iluminen nuestros pensamientos y no nos dejen caer en la zozobra ni en la cobardía de rendir armas”.

También en esta mañana y como parte de la conmemoración fue presentada en el Centro de Convenciones Santa Cecilia la edición, en su variante digital de la revista Senderos correspondiente al presente año, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey.

Ignacio Agramonte y Loynaz nació en Puerto Príncipe, 23 de diciembre de 1841, Mayor General del Ejército Libertador cubano conocido como “El Mayor”, fue uno de los líderes más sobresalientes de la Guerra de los Diez Años en lo político y lo militar. Organizó la célebre caballería camagüeyana, al frente de la cual alcanzó importantes victorias contra las tropas españolas, participando en más de cien combate durante los tres años y medio de su vida militar, en lo político los historiadores coinciden en denominarlo como el salvador de la revolución de 1868 cuando estas se encontraba en su más difícil etapa.

El estadista y patriota cubano, Manuel Sanguily Garrite, el 30 de agosto de 1917, designó a Agramonte con extraordinario relieve continental, al nombrarlo "Un Simón Bolívar".

 

cv 1640262848010cv 1640262848010