SIERRA DE CUBITAS, CAMAGÜEY.- Fue una idea de Fidel. Allá, en los primeros meses después del triunfo popular de 1959, y como respuesta a las múltiples agresiones de Estados Unidos, nació un 28 de septiembre de 1960, la mayor organización de Cuba: los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).
Ni las sombras que tiende ahora una implacable pandemia, minizó el orgullo de una institución que es genuina propiedad de cada cubano, y que ahora hubo que celebrar sin el vuelo festivo de otros momentos, aunque ello no impidió que la alegría fuera nuevamente protagonista.
Camagüey celebró el aniversario, apegado a las medidas sanitarias, en la comunidad de Imías, en el norteño municipio de Sierra de Cubitas, Vanguardia Nacional, condición que resume las virtudes de un trabajo que escapa del formalismo y que se aprecia en cada punto de sus rojas tierras.
Los hilos cederistas del municipio los conduce desde hace poco más de doce meses la joven Yudeimi Calero Ibáñez, quien resaltó el trabajo de equipo logrado, sintetizado en una integración de más de 14 000 personas y el tener completas las estructuras de base y de la localidad.
Una de sus razones de orgullo es cumplir con las donaciones voluntarias de sangre mes tras mes, y en ello destaca el Destacamento afincado precisamente en Imías, donde fueron reconocidos igualmente por sus aportes al bien común y al accionar de la organización el Consultorio No.15 del Médico de la Familia, la UBPC 35 Aniversario, la UEB de Maquinaria de Cultivos Varios y el Seminternado Mariana Grajales.
Santos Menéndez, el carismático, el hombre sencillo, el querido y apreciado por todos, tuvo su espacio especial: recibió la medalla por la Defensa de la Patria y la Unidad del Barrio, mérito que se ha ganado por su constancia y entrega, ese ejemplo que irradia a diario en esta, su tierra adoptiva.
La Zona No.11, que aglutina a siete comités, mostró un hacer permanente, y alcanzó el galardón de Vanguardia Nacional, y tres de sus CDR (2, 6 y 7) llegaron a Vanguardias provinciales, incentivo adicional para seguir haciendo más por Cuba, y por toda su gente.
El futuro tiene garantía, y desde ya un grupo de jóvenes arribantes recibieron sus respectivas acreditaciones, esos mismos que durante estas semanas han tenido protagonismo en muchas de las tareas previas a este cumple.
Las más de seis décadas no han restado el papel de vangardia de los CDR, y hoy asume viejos retos, el de proteger la Revolución, y sobre todo, el de contribuir a la unidad desde el barrio. Son 61 años de entrega y esfuerzos. Entrega y esfuerzos que se siguen multiplicando, porque hoy, quizás más que ayer, se necesita mantener la integración comunitaria para enfrentar los grandes retos de la cotidianidad, sobre todo los que imponen el arreciado bloqueo imperial sobre Cuba.
En Sierra de Cubitas se trabaja y se trabaja duro. Las motivaciones les sobran, y los deseos de seguir haciendo cosas buenas, también. Retos quedan muchos, pero confían en su tenacidad y en la solidez de sus ideas.