CAMAGÜEY- Hasta la fecha se han realizado en la provincia más de 500 trasplantes de córnea y 580 de riñón, cuatro de ellos con donante vivo. Aun con las limitaciones impuestas por la situación de emergencia sanitaria no se ha perdido ningún injerto.

La Dra. Surianis Marrero Mesa, coordinadora regional de donación y trasplante de órganos, aseguró que en todos los casos los inmunosupresores, que reciben gratuitamente, se les han hecho llegar a sus territorios. Este centro abarca las provincias de Ciego de Ávila y Camagüey.

“Nuestros pacientes directos son los trasplantados de riñón y córnea, pero hay de hígado, médula o corazón… son casos que se atienden en La Habana, pero dada la imposibilidad de viajar por la COVID-19 han recibido la atención aquí al igual que sus tratamientos”, aseguró.

En 2020 se realizó el último trasplante de córnea con excelentes resultados y para la fecha no hay ningún caso en lista de espera. “Aquí preparamos y seguimos al paciente, la córnea nos llega de La Habana cuando se comprueba la compatibilidad con el órgano”.

Las diálisis se realizan en cinco centros: Nuevitas, Florida, Camagüey, Ciego de Ávila y Morón, con una sistematicidad de tres veces a la semana. Los pacientes llegan a la institución en el servicio de Cubataxi. Solo en el centro de nefróticos adscripto al hospital provincial Manuel Ascunce Domenech de esta ciudad se atienden 180 casos.

Un trasplante de riñón, que se hace de forma gratuita, según el uso de material gastable y de recursos humanos y hospitalarios, equivaldría a 21 286 pesos. Una sesión de hemodiálisis equivaldría a 650 pesos, y las tres que se realizan en una semana llegarían a los 1 950. Por esta razón, aunque el tratamiento quirúrgico al momento de realizarse eleva los costos, a largo plazo resulta un acto más económico que el uso de los riñones artificiales.

La red de donaciones y trasplantes en el país trabaja en pos de una cultura ciudadana por la donación de órganos y tejidos buscando con ellos sensibilizar a familias y donantes potenciales por el regalo de vida que tienen en sus manos para aquellas personas que están en lista esperando un órgano.