CAMAGÜEY.- En tiempos donde la conservación de la memoria histórica se torna esencial, estudiantes camagüeyanos rescataron este 28 de enero otro pedazo de historia. Volver a sembrar los árboles de la juventud, como los conocen aquí, fue el mejor homenaje para José Martí en el aniversario 167 de su natalicio.
En el mismo lugar donde en 1997 plantaron una Majagua como símbolo de amistad, la delegada a ese festival Yudith Mesa Reyes junto a uno de los alumnos del Instituto Preuniversitario Álvaro Morell, sembró el también conocido en Cuba como Azulito, empleado por los mambises por sus poderes curativos.
Por su parte, Jorge Enrique Jeréz Belisario participante en el encuentro mundial celebrado en Rusia en 2017, fue el encargado de dejarle a la historia otro Caguairán, especie que identifica la estirpe de Fidel Castro.
La iniciativa, cuenta Maira Montes de Oca Aguilar, especialista de actividades culturales, forma parte del proyecto sociocultural de la Plaza de la Revolución. “Tenemos creadas tres aulas patrimoniales donde trabajamos para inculcarles a los más pequeños el interés por preservar identidades. La de hoy fue una idea surgida allí y creo que materializarla en esta fecha fue la mejor decisión”.