CAMAGÜEY.- Situada en la Carretera Central, frente al reparto Julio Antonio Mella, la Villa Azucarera vive el verano a plena capacidad. Perteneciente a la Empresa Provincial de Alojamiento, su director, Gerardo Florat White, asegura: “No trabajamos solo para el verano, aquí brindamos servicios durante todo el año”. Pero sin dudas en esta etapa es cuando más la visitan los lugareños.

Cabañas y habitaciones climatizadas y confortables que suman una capacidad de hasta 100 personas, piscina y servicios de restaurante, cafetería, bar y parrillada integran la oferta, a la cual puede accederse a través de los burós de reservaciones ubicados en el Complejo Recreativo Casino y el Recinto Ferial.

Para la etapa estival se activó, además, un cronograma de pasadías que martes, viernes y sábado se convinieron con Patrimonio. Así, luego de su recorrido por la ciudad el trencito se aleja del Centro Histórico para asaltar la villa y disfrutar de sus propuestas.

Así lo hacen también el sindicato de la Administración Pública los miércoles, Educación los jueves y el resto de la población de manera libre los domingos, “aunque todos los días vienen personas y entran, en dependencia de los fallos”, señala Florat y agrega: “Aquí los precios son bastante módicos, las completas oscilan entre los 20.00 y 30.00 pesos y si se trata de cerdo guisado cuesta 14.00. ¿En qué lugar se encuentra algo así?”.

Sin embargo, aunque destacaron la buena atención del personal de la institución, varios clientes coincidieron en que las ofertas gastronómicas son muy limitadas, apenas venden cerveza y después de las 5:00 p.m. no dejan bañarse en la piscina, cierran el bar y no hay ningún tipo de recreación; por lo que la administración, que normalmente recibe allí a representantes de organizaciones de paso en la provincia por cuestiones de trabajo, pudiera replantearse sus rutinas para la etapa estival y pensarse en el verano como una villa para el descanso y el disfrute de la familia.

Y APUESTA POR MÁS

La verdad es que garantizar los meses de julio y agosto a la altura de lo que exige el verano parece ser insignificante al lado del ambicioso proyecto que se propone la dirección de la villa. Comentó el directivo a Adelante que el cabaré está cerrado porque se encuentra en proyecto de desarrollo local que se propone convertirlo en un centro para eventos múltiples.

“Tenemos un teatro en desuso con capacidad para 300 personas y contamos hoy con lo que no cuenta Santa Cecilia: gastronomía y alojamiento, por lo que podemos acoger un gran evento sin necesidad de que los participantes tengan que trasladarse”.

El proyecto, que se debe presentar para su aprobación por el Gobierno Municipal en el último trimestre de este año incluye, además, un salón de reuniones con 50 capacidades y una sala de protocolo con 25, disponibles para eventos, consejos de dirección, discusión de tesis… Y para las actividades colaterales un espacioso cabaré con 200 sillas y un parque de diversiones para niños.

Estas últimas áreas por la noche y los fines de semana se pondrán a disposición de la recreación de la ciudad o servirán para la celebración de cumpleaños y bodas, como se utilizan otras hasta hoy. Mientras tanto, la Villa Azucarera, que este año ha sido la elección de muchos, puede dar más.