CAMAGÜEY.- La COVID-19 ha removido también la economía global. El mundo estuvo, y está en buena parte paralizado, los crecimientos se desaceleraron, cayeron los PIB y los cálculos más pesimistas auguran hasta una agudización de la crisis ya existente. En ese contexto se mueve Cuba con una carga adicional, la del bloqueo, ahora más reforzado que hace seis meses. Y si a esto le sumamos que no se acaba de equilibrar la balanza entre importaciones y exportaciones resulta más evidente que algo hay que hacer.

Por eso el Consejo de Ministros aprobó una nueva estrategia socioeconómica en la que una de sus premisas es exportar más y con calidad para competir en el mercado internacional e importar menos.

 

 En ese sentido, de Camagüey salen 24 productos y tres modalidades de prestación de servicios que garantizan 33 entidades pertenecientes a nueve organismos. La provincia tiene un plan de exportaciones en valores de más de 104 millones de dólares, unos 64 millones menos que el año anterior. Respecto al 2019 hay buenas nuevas, se creció en ocho productos y se sumaron a esta importante misión seis entidades que no estaban en el mapa de exportaciones, lo que demuestra que se puede seguir creciendo en la mentalidad exportadora de nuestros empresarios.

 

 Al cierre de los datos ofrecidos por la ONEI, hasta la fecha la provincia le debe a ese plan un millón 657 700 USD, y es esa cifra y no otra mayor, porque diez rubros sobrecumplen sus producciones y aportan en valores más de un millón de pesos por encima de lo planificado, incluyendo el tabaco, que se incumplía por similar fecha del año anterior, así como productos de artesanía y artes plásticas que de consolidarse estos últimos pudieran ser rubros exportables de vanguardia en una tierra como Camagüey. Además, otras ocho entidades tampoco tenían previsto exportar y lo hicieron, con destaque para la Empresa Agropecuaria Cítricos Sola, la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, el CIGB y Pescacam.

 

 El año pasado Adelante publicaba: “¿Cómo es posible que siete empresas dedicadas a la producción de carbón vegetal no lograran la venta de 1 267 toneladas y dejaran de ingresar más de medio millón de USD?”. La historia dolorosamente se repite, de las 20 entidades de la agricultura responsabilizadas con dicho renglón con destino a la exportación, 15 no satisfacían el plan, y como aquí cada incumplimiento cuesta, al cierre de esta información solo por ese concepto se dejaban de recaudar más de dos millones 600 000 dólares.

 Buena parte de los incumplimientos de esas 15 empresas y de Industrias Locales tienen que ver con bajos niveles de asignación de combustible, según recoge el informe presentado por el Departamento de Comercio Exterior, Inversión Extranjera y Colaboración Económica del Gobierno Provincial. Sin embargo, en la economía más simple, se trata de poner el dinero en lo que lo multiplica, por tanto debieran protegerse más las producciones que generan dinero rápido y una de ellas es el carbón.

 Situación similar presentan las chatarras de acero inoxidable y de cobre, porque la contratación realizada no respalda el plan, y eso se escribe fácil, pero ¿quién responde por los más de 300 000 dólares que no ingresa Cuba por tal causa? Resulta difícil pensar que se hayan dejado de exportar 4,4 tone-ladas de tenca HG por dificultades con la transportación hacia la capital, responsabilidad de la Empresa de Transporte Refrigerado Atlas. En total 27 toneladas no se exportaron —12 500 USD en valores—, entre otras causas por problemas con el embalaje, clave para la presentación en el mercado internacional.

 La lista de líneas en fomento para exportar en el futuro decreció, la semilla de frutabomba maradol no encontró mercado y la de ají picante presentó problemas en el proceso tecnológico, lo que indica que soñar un producto para exportar también lleva tener los pies en la tierra, de lo contrario se invierte en algo que no trae dividendos, y eso se llama pérdidas. Afortunadamente otros cuatro: los candados de gancho, los aguacates orgánicos, la vacuna Porvac y las monturas, sí se mantienen entre los que en algún momento pudieran convertirse en rubros exportables de una provincia que llegó a tener más de 34.

 Reservas hay, sobre todo en la Agricultura, para engrosar la tan urgida lista de exportaciones. Pero habrá que pensar también en el sector no estatal, con inmensas potencialidades para competir en un mundo con poco por inventar. También deben potenciarse proyectos de iniciativas para el desarrollo local con capacidad exportadora y buscar financiamientos alternativos como la contribución territorial para el desarrollo local, en especial cuando la Constitución refuerza el rol de los municipios, y de esa manera terminar encadenando verdaderamente los procesos y pasar del dicho al hecho.

 Ahora que el enfrentamiento a la pandemia en Cuba ha generado un incremento en el gasto presupuestario de unos mil millones de pesos y que nuestras importaciones se encarecen por días, es más necesario interiorizar la urgencia de potenciar las exportaciones, de cumplir con lo pactado en plan y evitar que malas decisiones y trabas burocráticas entorpezcan la más mínima posibilidad de captar divisas al país, porque está claro que en el actual escenario cada peso —el que se pierde y el que se gana— vale doble.