CAMAGÜEY.- Hace unos días concurrí con un billete de 10.00 CUC a uno de los puntos que tiene Etecsa para adquirir tarjetas de recarga de los celulares. Cuál no sería mi sorpresa al rechazar el expendedor esta moneda con la sola respuesta de que no se están recibiendo, y como si esto fuera poco, terminó ofreciéndome un cambio de 23 pesos en moneda nacional por cada CUC.

Esta tendencia a no aceptar los pesos convertibles o minimizar intencionadamente su valor real establecido a los efectos del cambio, tengo la impresión de que parece extenderse, de acuerdo con lo que he podido percibir, a raíz de abordar el tema de la dualidad monetaria el presidente Miguel Díaz-Canel en el discurso clausura de las sesiones de la Asamblea Nacional el pasado 21 de diciembre.

Quizá sea rumor echado a rodar con la idea de crear incertidumbre en la población en cuanto al desenlace del ordenamiento monetario en el país, o un injustificado temor en algún segmento poblacional de que desaparezca de un día para otro el valor del peso convertible cubano. Tanto en un caso como en el otro, se está muy lejos de lo que se producirá cuando la unificación monetaria se materialice.

En el discurso Díaz-Canel explicó detalladamente cómo se desarrollará el proceso de desaparición de la dualidad monetaria, el cual consideró el General de Ejército Raúl Castro, hace ya dos años, como extendido en un tiempo muy prolongado, por lo que dicha solución no podía dilatarse más.

En aquella ocasión Raúl abundó en el elevado costo que significa para el sector estatal la persistencia de la dualidad monetaria y cambiaria, la cual, entre otros perjuicios, favorece una pirámide invertida donde a mayor responsabilidad se recibe menos retribución, por lo que no todos los ciudadanos se sienten motivados a trabajar legalmente y otros prefieren emigrar a la ocupación laboral no estatal.

En relación con estas palabras del Primer Secretario del Partido, Díaz-Canel dijo que eran necesarios esfuerzos para cumplir con los plazos establecidos, al tiempo que informó que el ordenamiento monetario se encuentra en fase avanzada de estudio y aprobación, que incluye entre otros aspectos la validación integral de cada tema, la elaboración de las normas jurídicas, los procesos de capacitación, aseguramiento político y comunicación social.

Seguidamente manifestó que el ordenamiento no es un canje de moneda, “por lo que ratifico lo expresado en ocasiones anteriores en cuanto a que se garantizarán los depósitos bancarios en divisas extranjeras, pesos convertibles, pesos cubanos, así como el efectivo en manos de la población”.

Es decir, que cualquier preocupación respecto a posibles consecuencias perjudiciales para la población en el momento que desaparezca la dualidad monetaria, no tiene fundamento alguno. Tanto las cuentas bancarias que se poseen, así como el dinero efectivo en manos, mantienen total valor, ya sea el peso convertible, o el nacional, o la divisa extranjera, sobre todo porque la Revolución nunca falta a la verdad.