MADRID.- El poemario Sakura de Elaine Vilar Madruga (La Habana, 1989) lleva más de un año en el mercado, sin embargo no había tenido una presentación en España con la autora, algo felizmente cumplido en la librería Lata Peinada de Madrid.
“Es el primer libro de poesía que escribo en serio”, aseguró la joven más conocida como narradora y dramaturga, aunque entrara al mundo de la escritura por el camino de los versos. Estaba en el espacio Vermut literario junto a Inés Martínez, la editora de su texto publicado por Libero Editorial en 2022.
“La poesía es sentarme y pensar qué fragmento de mi historia vale la pena ser contada, del mundo biopolítico donde habito”, y aludió al libro escrito en dos meses hace alrededor de 11 años, justo el tiempo de reconexión emocional con la hermana biológica; por tanto, el cuaderno deviene un prisma que refracta y refleja la luz de la familia, y además la descompone en los desgarramientos de toda emigración, del éxodo.
“Un recorrido hermoso y doloroso. Sakura es un poco esos pétalos del cerezo que florece pocas veces al año. Fue breve como eso”, enfatizó quien se siente más libre en la narrativa y el teatro, y señala: “La gente tiene prejuicio de leer poesía”.
El diálogo condujo a dos novelas: La tiranía de las moscas (Editorial Barrett, 2021), ganadora del Premio Cálamo al Mejor Libro del año; y El cielo de la selva (Lava, 2023), elogiada como sobresaliente entre lo que ahora circula y, sin dudas, la afianza entre las voces hispanoamericanas de hoy en el ámbito europeo.
“Los libros son mis hijos biológicos. Me apasiona acercarme a la palabra. Yo escribo frenéticamente. Escribo como si este fuera el último libro en el mundo. Escribo con esa urgencia temporal. Es un frenesí relacionado con la manera inquieta en que estamos en el mundo, y también el frenesí con que queremos relacionarnos con el mundo”.
Habló de las obsesiones al construir los personajes, de los animales en su obra, del enfoque a la vulnerabilidad del ser humano, de la circularidad de la historia y su familia como temáticas recurrentes, y de la literatura como espacio para afrontar los miedos.
“Uno escribe cosas muy oscuras, lo sé, pero en el fondo hay felicidad. Sufro sobre todo cuando estoy buscando el tono de un personaje, pero ya luego es dejar que fluya la escritura y disfrutar el proceso. La escritura no debe ser amarga. La literatura tiene que ser tu espacio vital y tu espacio de felicidad. Me divierto muchísimo, me canso atrozmente, pero en ese cansancio hay una felicidad”, añadió.
Elaine maneja con cuidado lo autorreferencial y considera que no se debe juzgar los personajes ni el mundo de la escritura bajo los sistemas de ética de la sociedad: “Cuando entras en contacto con tus lectores te das cuenta de lo pequeño de tu universo en relación con el universo que ellos construyen a partir de tu obra. El lugar hasta donde está llegando mi literatura es gracias a los lectores y a una red de influencias muy bonita”.
Del público en Lata Peinada preguntaron por los autores que sigue y recomienda. Mencionó a la ecuatoriana María Fernanda Ampuero; a las argentinas Mariana Enríquez, Camila Sosa y Samanta Schweblin, esta última Premio Casa de Las Américas por los relatos de La furia de las pestes; a la canadiense Anne Carson y al británico de origen indio Salman Rushdie. “Presten atención a todo lo que escuchen de Cuba que hay mucho talento, gente escribiendo aún sin publicar, pero el talento siempre encuentra su cauce”.
Desde Cuba ha impulsado el Laboratorio de Escrituras. Así ha formado a más de 80 autores de la nación y extranjeros, con resultados en concursos y publicaciones en revistas y antologías.
“La ciencia ficción te da un entrenamiento heavy para la literatura. Mi gran escuela en la creación de un universo es la ciencia ficción y la fantasía”. En ese sentido, anunció la reescritura de un mito judeocristiano de la concepción para publicar con Barrett. Enfoca el cuerpo de la mujer con lupa feminista.
A España, Elaine Vilar llegó esta vez por la beca Montserrat Roig, para escribir Las amnésicas, en Barcelona. Su paso por Madrid incluye la participación en el II Encuentro LAT de editoriales independientes en Casa América, invitada el 16 de octubre a las mesas “Autoras del Caribe en Europa” y “Los nuevos rumbos de la novela latinoamericana”.