CAMAGÜEY.- El cáncer cérvicouterino es un padecimiento muy frecuente en nuestros medios y se plantea que ocurre en mujeres en edad fértil, aunque cada vez baja el grupo etario. Así dio a conocer el Dr. Gustavo Crespo Campo, especialista de II Grado en Ginecología y Obstetricia, Profesor Auxiliar de Histología, diplomado en Ginecología Oncológica y en Educación Médica Superior, y jefe del departamento docente, del hospital provincial de Oncología María Curie, de esta ciudad.

¿Solo aparece en edad fértil?

—Es más frecuente en esa etapa de la vida, pero surge hasta en la menopáusica, en las que sobrepasan los 64 años por esa característica del papilomas virus que se almacena entre 16 y 20 años.

Si tenemos en cuenta las edades de la mayoría, ¿pueden parir después de…?

—Según el tipo de cáncer, el carcinoma in situ, es que no se ha extendido, y esas mujeres que no han parido sí tienen la posibilidad de tener su hijo, pero si son infiltrantes es diferente porque llevan la radio-quimioterapia.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

—La promiscuidad relacionada con el cambio frecuente de pareja sexual, que en nuestro país abunda; cuando las primeras relaciones sexuales suceden en edades precoces, al suceder así más pronto aparece un cáncer de cuello de útero; y es fundamental el desarrollo del papilomas virus humano virus del papiloma humano (VPH) y el condiloma acuminado es otro virus precursor a este tipo de cáncer, pero que puede detectarse fácilmente porque siempre refieren tener verrugas en sus genitales.

¿El cáncer de cuello uterino nunca es hereditario?

—Puede serlo. Antiguamente se decía que la causa esencial era dada por la transmisión directa del papilomas virus, hoy se habla de los genes mutantes a nivel del p53, que son los que mantienen el cáncer de cuello de generación en generación.

“Es bueno tener en cuenta que el cáncer de cérvix no tiene rostro, y aparece en un momento de la vida de inmunodepresión del organismo femenino que está expuesto a muchos momentos de depresión, como son: la primera menstruación, la presencia de la misma durante todos los meses, el primer parto, el estrés de la vida, las relaciones sexuales, todos factores predisponentes; sin embargo, el que cobra su papel primordial es el papilomas virus”.

Mencione los síntomas…

—Son clásicos. El sangrado postcoito, la leucorrea mantenida, fétida, amarilla, sanguinolenta, y en estadios más avanzados el dolor bajo vientre que puede irradiarse.

¿Hay algún método de detección antes de los síntomas?

—Mediante la prueba citológica o test de Papanicolau* , como es conocido en el resto del mundo. En Cuba se realiza cada tres años en las edades de entre 25 y 64 años; en otros países lo llevan a cabo anual. De ahí la importancia de que si la mujer manifiesta algún cambio o anomalía, desde el punto de vista de las manifestaciones clínicas descritas, ella puede y debe acudir a su ginecólogo, esa alerta es vital.

¿Puede evitarse?

—De alguna manera si se evitan los factores de riesgo, o sea, si se protege con el preservativo, selecciona a su pareja y no es promiscua sexualmente y la conducción adecuada del médico y la familia ante un problema ginecológico, aunque cualquier persona puede padecer de un cáncer. Sépase que más del 95 % de los casos responden al papilomas virus, otras causas son inmunológicas.

¿Es este un problema de salud en Camagüey?

—No. Tenemos más de endometrio y de vulva.

Desde su experiencia, ¿llegan a tiempo a consulta?

—Muchas demasiado tarde. Pese a que tienen las condiciones a mano, como las consultas con especialistas y las posibilidades de ser examinadas, no van al médico hasta por temor y eso lejos de ayudar, complica la situación, en ocasiones nada o muy poco puede hacerse y lo que nos queda son tratamientos para mejorar su calidad de vida.

¿Siempre llevaría cirugía?

—No. Se adopta la decisión de hacerla en dependencia del estadio clínico en que se encuentre la enfermedad. Nosotros la aplicamos hasta el estadio Ib, y es cuando está circunscrito al cuello del útero. Cuando es capaz de atravesar la barrera y de avanzar en el desarrollo de su enfermedad tomando las cadenas ganglionales posteriores del recto, ya se encuentra en un estadio II o IIb y por encima de este no podemos adelantar con una cirugía, entonces llevamos a cabo tratamientos concomitantes, como son la radio y la quimioterapias y luego el seguimiento médico cada tres meses durante el primer año, semestral en el segundo, y anuales a partir del tercero.

¿Aparece más según el color de la piel y procedencia social?

—Por el color de la piel no, pero sí es una enfermedad de países subdesarrollados, donde el nivel de promiscuidad es alto, carencias alimentarias y de vitaminas.

“El aporte nutritivo es fundamental y se recomienda la dieta balanceada para todo tipo de cáncer, de manera tal que ofrezca una estabilidad metabólica, electrolítica para que las células se desarrollen libremente y no sean agredidas por gérmenes externos”.

¿Es cierto que las personas con cáncer no pueden ingerir vitaminas?

—Esa es una teoría falsa. Recomendamos a nuestras pacientes cuando están expuestas a la radio-quimioterapia, a que ingieran calcio como suplemento dietético y otros cargados en vitaminas.

¿Cómo opera la radioterapia?

—Con muy buenos resultados, pero provoca una atrofia de los genitales, entonces los ovarios dejan de producir hormonas, lo que trae aparejada la osteoporosis.

¿Si la señora no es promiscua y su pareja sí lo es o lo fue?

—Es lo que llamamos el varón de riesgo. El hombre es portador del papiloma virus y transmisor, mientras raramente lo padece, y la mujer lo recepciona y lo sufre. Las amas de casa son las mujeres más proclives a esta enfermedad. Su esposo mantiene relaciones sexuales con otras, llega a su hogar, y descarga la transmisión de ese virus a su pareja. Imagine que hay más de 150 cepas de papiloma virus y la 16 y 18 son las más frecuentes. Camagüey tiene una investigación donde se demuestra que el 18 es el más asiduo.

¿Tiene alguna exhortación?

—Seguir las indicaciones mencionadas, hacerse la prueba citológica y ante cualquier anormalidad personarse al médico, sin obviar que es necesario evitar la manipulación excesiva sobre el cuello uterino en el trabajo de parto, y el abuso de las interrupciones de embarazo, las que son utilizadas de manera errónea como método anticonceptivo, estas son capaces de lacerar el epitelio del cuello uterino. Cuando tenemos a adolescentes con patología de cuello, a los 30 años tienen un cáncer, lo que puede ser evitado con las medidas anticonceptivas adecuadas.

*La prueba de Papanicolaou, también llamada citología vaginal, es una exploración complementaria que se realiza para diagnosticar el cáncer cérvicouterino, nombrado así en honor a Georgios N. Papanikolaou o George Papanicolaou, desarrollador inicial del mismo. ​