Leer en voz alta con mi hija es una de esas pequeñas maravillas que, cuando ocurren, dejan una estela de felicidad. No siempre tenemos el tiempo, pero cuando lo logramos, nos turnamos páginas, a veces capítulos enteros, y dejamos que la historia nos envuelva. Esta vez, el libro que nos ha acompañado es una joya especial: Un emperador en el Caribe, de la escritora camagüeyana Evelin Queipo.