José Aurelio Martínez Estévez (1945-2025) —Pepe, para quienes lo conocieron de cerca— no necesitaba estar frente a un micrófono para seguir haciendo radio. Bastaba escucharlo, observar cómo se dirigía a los jóvenes, cómo hablaba de los proyectos que acompañaba con la naturalidad de quien se sabe parte de algo que lo trasciende. Su voz, firme pero cálida, llevaba consigo el ritmo de las historias bien contadas, de los silencios necesarios, de los consejos que se dan no para imponer, sino para hacer crecer.