Fidel, en su evocadora reflexión en la sesión de clausura del evento, que consideró quizás como una de las últimas que pronuncie en esa sala, respondió a la interrogante de por qué se hizo comunista, sin preceptor alguno, palabra tan distorsionada y vilipendiada por los explotadores de los pobres y aseveró que el mayor peligro que se cierne hoy sobre la Tierra deriva del poder destructivo del armamento moderno que podría socavar la paz del planeta y hacer imposible la vida humana…
Ante un plenario visiblemente conmocionado por la vitalidad y lucidez del Líder querido, este expresó: “Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo; fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás… pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos.
“A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirle que el pueblo cubano vencerá.
“Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida, como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible”, concluyó sus palabras Fidel, quien había sido recibido en el plenario con atronadores aplausos extraordinariamente prolongados, muestra de la alegría con que fue recibido por los asistentes.
La máxima reunión de la vanguardia del pueblo todo, sesionó durante cuatro días en el Palacio de Convenciones de La Habana durante los cuales abordó, con la participación de alrededor de mil delegados y unos trescientos invitados con derecho a voz, las problemáticas relacionadas con la conceptualización del modelo económico y social cubano, el Plan de desarrollo económico y social hasta el 2030, los resultados de la implementación de la política económica y social del Partido y la Revolución aprobados en el VI Congreso y su actualización para el período 2016-2021 y la marcha del cumplimiento de los acuerdos de la Primera Conferencia Nacional del Partido.
Enmarcado en el aniversario 55 de la derrota de las fuerzas mercenarias organizadas y armadas por los Estados Unidos que desembarcaran en abril de 1961 por Playa Girón, el Congreso se inició con el informe central rendido por su Primer Secretario y presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro, en el que abordó de forma detallada y crítica lo acontecido en el cumplimiento de los acuerdos del anterior evento partidista y la Primera Conferencia del Partido, temas todos que fueron ampliamente debatidos en las comisiones creadas al efecto.
Recomendado en los dictámenes de las comisiones y como propuesta del propio Primer Secretario, los documentos de la reunión deberán ser conocidos y debatidos por la totalidad de los militantes del Partido , la Juventud Comunista y los miembros de la organizaciones de masas, llámense cederistas, movimientos obrero y campesino, Federación de Mujeres, uniones estudiantiles, para que oídos los pareceres y tenidos en cuenta, los acuerdos del Congreso constituyan realmente objetivos a lograr e implantar por todo el pueblo.
Revisar lo hecho en el quinquenio transcurrido desde el anterior evento y en los cuatro años de la Conferencia y trazar el camino para darles continuidad en el período que va entre el 2016-2021, así como adicionar nuevos objetivos a alcanzar en las condiciones actuales en las que se desarrolla la actualización del modelo económico y social que nos hemos propuesto, centró la atención de los delegados e invitados durante sus sesiones.
De hecho, el Congreso aprobó el límite de edad para ingresar al Comité Central, fijado en los 60 años y a los 70 para ocupar cargos de dirección en el Partido, lo que unido a la fijación de solo dos períodos para permanecer en las responsabilidades políticas garantizará el rejuvenecimiento de los cargos partidistas.
Constató que a pesar del lastre que significa no haber desterrado la mentalidad obsoleta que conforma una actitud de inercia o ausencia de confianza en el futuro, la falta del sentido de urgencia cuando ha sido necesario modificar algo, hemos avanzado con paso seguro, “sin prisas pero sin pausas, o sea, con la gradualidad e integralidad necesarias para alcanzar el éxito”.
El ordenamiento monetario del país, que facilitará la aplicación del principio socialista “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo”, la ratificación de la empresa socialista y su autonomía como la forma principal de gestión de la economía nacional y la gestión no estatal, la Política para la Inversión Extranjera, el desarrollo del turismo, el fortalecimiento de la defensa militar del país, el perfeccionamiento de la administración Central del Estado y los órganos de la administración estatal local, la lucha contra el delito y la corrupción, entre otros muchos asuntos, estuvieron bajo la lupa de los participantes en la reunión partidista.
“La autoridad moral del Partido exige de sus militantes, en particular de quienes ostentan responsabilidades de dirección, ejemplaridad, combatividad, preparación, así como demostradas cualidades éticas, políticas e ideológicas y estrecho y permanente vínculo con las masas”, ratificó el Informe Central al evento, leído por Raúl Castro.
En cuanto al restablecimiento de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos el informe constata los pasos positivos que se han dado hacia la normalización de los vínculos entre los dos países, pero se consideran insuficientes puesto que el bloqueo se mantiene en toda su crudeza y provoca privaciones a nuestra población y constituye el principal obstáculo para el desarrollo económico de la nación y aun permanece ocupado parte del territorio por la Base Naval estadounidense en la bahía de Guantánamo.
Se continúa estimulando la emigración ilegal de los jóvenes y otros especialistas al amparo de la Ley de Ajuste Cubano y la política de pies secos-pies mojados, la deserción de nuestro personal médico que trabaja en el exterior y se prosiguen las acciones para fomentar los valores de la sociedad de consumo y minar la confianza en el Partido y en la Revolución.
El Congreso, mediante el voto secreto eligió los 142 integrantes del Comité Central quienes en su primera reunión ratificaron como Primer Secretario al compañero Raúl Castro y como segundo a José Ramón Machado Ventura y el Buró Político quedó compuesto por 17 miembros, cinco de ellos de nueva promoción.
En las palabras de clausura, Raúl Castro reiteró que el desarrollo de la economía nacional, junto a la lucha por la paz, la unidad y la firmeza ideológica, constituyen las misiones principales del Partido, y trasmitió su apoyo a los pueblos del Tercer Mundo, particularmente a los de América Latina y el Caribe que enfrentan las pretensiones de la derecha y el capital transnacional de enterrar los logros sociales alcanzados en décadas de lucha.
A la inmensa mayoría de los cubanos, el Congreso nos deja la certeza de que avanzamos por el camino correcto, que contamos todavía con el pensamiento vital y alentador de Fidel, la conducción certera de Raúl y que fuerzas renovadoras se suman al empeño de hacer la Patria grande, próspera y soberana que todos hemos soñado y por la cual trabajamos y luchamos.
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