CAMAGÜEY.- A través de un grupo en WhatsApp coordinan su quehacer diario por el cuidado animal. Estudiantes y profesores de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz se unieron desde marzo de 2023 para responder a las necesidades básicas de los animales que conviven en la Casa de Altos Estudios agramontina.

La elaboración y suministro de alimentos, la atención médica, desparasitación y el traslado de los casos más graves para refugios en mejores condiciones son algunas de las actividades de este proyecto.

UNA CAUSA

“La iniciativa surge a partir de una perrita que teníamos aquí en la Universidad en mal estado. Me puse en contacto con algunas protectoras de la provincia para darle atención.

Encontramos a Rocío, coordinadora del Refugio Ángeles Callejeros, en Nuevitas, pudimos trasladar la perrita para allá”, explica la coordinadora del grupo, Yaíma de las Mercedes Daniel Ortega.

A partir de la unión de estas dos animalistas nace la idea de acoger a los animales de la Universidad, involucrando a estudiantes para cubrir cuestiones esenciales, como la alimentación y el resguardo de los mismos.

“Para Nuevitas ya hemos sacado alrededor de ocho animales, los que en peores condiciones encontramos, y también conseguimos más de 20 adopciones. Damos siempre seguimiento a las personas que adoptan, visitando sus hogares y recibiendo muestras de videos y fotos de su cotidianidad con la mascota”, aseguró Daniel Ortega.

Hasta el momento el grupo atiende a animales que se encuentren en la Casa de Altos Estudios y algunos que trasladan desde otras zonas de la ciudad. Hoy suman más de 100 personas colaborando por la causa, con contribuciones económicas, donaciones de alimentos y medicamentos.

REFUGIO DE AMOR

Hace cinco años Ismaray Rocío Marrero Badía coordina el refugio Ángeles Callejeros en Nuevitas. Allí recibe los animales rescatados en varios sitios, incluyendo los de la Universidad de Camagüey.

“La Universidad es un lugar donde abundan los animales abandonados. El grupo existente allí les brinda consultas primarias, los desparasitan, les proveen alimentos y les gestionan adopciones responsables. Cuando algún animal se encuentra en condiciones críticas los trasladan para Nuevitas”, explica.

El grupo está respaldado por estudiantes de Medicina Veterinaria y de otras carreras, sensibilizados con el encargo de cuidar a los animales y a la vez crear conciencia: “Tenemos como objetivo fomentar su cuidado y el respeto hacia su vida; además de que las personas entiendan que los animales callejeros no son de los animalistas o algunas personas, sino de toda la sociedad. Los estudiantes universitarios se van educando sobre esta idea y luego la transmiten”.

Las proyecciones futuras de esta alianza incluyen lograr una mayor organización en la Universidad e incluso tener un refugio propio y poder asumir animales a partir de una mejor infraestructura: “Primero debemos organizarnos junto a los muchachos, crearles mayor sentido de pertenencia, de obligación, hasta que tengan suficiente compromiso que exigiría atender ese local y todo lo que requieren nuestros animales”, explica Marrero Badía.

El refugio nuevitero Ángeles Callejeros está dividido en dos partes, una para gatos y otra para los perros, y asume, además de los de esta localidad y de la Universidad, otros de pueblos cercanos. Allí habitan más de 600 animales.

“Acumulamos muchas experiencias: hemos salvado muchas vidas y tristemente hemos despedido otras. Se han dado en adopción todos los que han sido trasladados desde la Universidad, se ha ganado mucho en comunicación entre estudiantes universitarios y el refugio. Hemos aprendido todos. Ya los muchachos saben buscar una adopción, y dominan cuestiones básicas en cuanto al tratamiento de los animales”.

TIEMPO EXTRA

Ángel Orestes Lorenzo Sánchez, de tercer año de Medicina Veterinaria, tiene el reto de dividir su tiempo entre el estudio, su cargo de presidente de la FEU de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y la atención a los animales.

“Aquí, en el laboratorio clínico, se prestan servicios estudiando las muestras de sangre, piel y orina para detectar enfermedades y ofrecer un buen tratamiento. Otros colaboradores contribuyen desde el punto de vista económico, así como para el traslado para el refugio de Nuevitas.

“Nos gustaría que estas acciones se extendieran al resto de la provincia, porque este problema debe ser preocupación colectiva. Queremos que el proyecto crezca y se involucren muchas más personas. Además, aspiramos a acceder a los recursos materiales necesarios para una mejor atención a estas criaturas, y alcanzar el reconocimiento por parte de la institución”.

Atender a los animales de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz requiere de un esfuerzo extra por parte de estudiantes y profesores. Son los mismos que imparten docencia, que van cada día al aula a recibir clases y que comparten ese tiempo para atender a los animales que también forman parte de nuestro mundo, que son también seres vivos y merecen consideración, respeto y amor.