CAMAGÜEY.- Varios carteles y publicaciones pululan en las redes sociales de camagüeyanos y camagüeyanas abogando por una venta más equitativa de pañales desechables y la necesidad de que los adquieran las familias para sus niños y no los revendedores. TB Kids es la marca más comercializada en Cuba de toallitas húmedas y los tan demandados pampers. Ante la imposibilidad de muchos de adquirir el producto en MLC, la opción más viable es su compra en las tiendas en moneda nacional. Pero, ¿qué sucede cuando aparecen, como ha estado ocurriendo, los culeros en peso cubano?

“Yo me entero que van a sacar pañales desechables en Moneda Nacional cuando lo publican en Revolico o en los grupos de Whatsapp. De alguna forma ciertos personajes se enteran de la futura venta antes que todo el mundo y los mismos revendedores te lo anuncian: ‘Mañana voy a tener pampers de tal etapa’”, me cuenta Jessica Castillo Nápoles, madre de un niño de dos años.

“Pero cuando llego a la tienda, –prosigue- por muy temprano que me levante y aunque trabajo al frente, resulta imposible comprar. Siempre están los mismos y lo que dejan ver es que están en complicidad con los gestores de la cola”.

Al indagar en grupos para el intercambio y compraventa de artículos y alimentos de infantes, puedes encontrar personas que cambian leche, aceite, comida, por un paquete de pampers. La producción nacional de estos artículos no satisface la demanda de la población, aunque en las últimas semanas ha sido estable la venta. Entonces, solo nos queda desde la gestión local, organizar esa distribución (y la de otros renglones infantiles, como las toallitas húmedas) para que sea lo más justa posible. Sin embargo…

“Las personas con niños no son prioridad en una cola, ni siquiera en una de este tipo. Solo en escasas ocasiones, como sucedió hace unos días en la tienda del reparto Lenin, que algunas mujeres expusieron a sus hijos, los llevaron a la cola y discutieron con los organizadores hasta que les dieron prioridad. Pero todo depende de la buena voluntad de los del contingente. ¿Y qué sucede cuando no quieres llevar a tu niña a la cola? ¿Qué hacemos los responsables?”, se pregunta Félix Anazco Ramos, padre de una bebé de solo un año.

Las filas frente a las tiendas en moneda nacional cuando expenden productos tan específicos son las mismas que ante cualquier oferta, plagadas de quienes se dedican a la reventa y especulación. Las filas frente a las tiendas en moneda nacional cuando expenden productos tan específicos son las mismas que ante cualquier oferta, plagadas de quienes se dedican a la reventa y especulación.

“Comprarlo en Revolico”, es la respuesta de todos los entrevistados. Pero en Revolico habita la insensibilidad a sobreprecio. El costo de los pañales desechables ronda los 250 pesos en las unidades comercializadoras, pues depende de la etapa a la que esté destinado. Sin embargo, esta periodista, acudiendo al privado de muchos vendedores, comprobó los precios que refieren las historias: 500, 600 y hasta a 700 pesos. Y sí, los compraron de primera mano en MN, no tuvieron que gastar dinero en el mercado informal para comprar MLC.

Las ofertas son diarias en los grupos de compraventa de redes sociales.Las ofertas son diarias en los grupos de compraventa de redes sociales.

Durante los momentos más difíciles de la pandemia, se eliminó la prioridad a embarazadas y mujeres con niños para protegerlos de la aglomeración. Ahora tampoco deberían permanecer en una cola. Pero estamos hablando de pañales y en una fila de ese tipo, la lógica indica que las personas con infantes y quienes esperan un bebé deben tener preferencia. En otros territorios se han tomado alternativas, como realizar la compra con la tarjeta de menor o el tarjetón como documento probatorio de que el producto está dirigido alguien que en verdad lo necesita.

La mayoría alega que algunos priorizados en la cola venden los culeros en la esquina de la tienda y no vacilan en proponerlos a los últimos de la fila. No se trata de quitarles derechos a donantes ni a personas en situación de discapacidad, que, además, pueden tener infantes en casa. Se trata de realizar una gestión sensible, justa y ordenada de un fenómeno que tantas molestias genera.

 El Ministerio de Comercio Interior pudiera valorar, si la producción es estable y acompaña tamaño proyecto, vender un paquete de pañales desechables por canastilla, aunque no sea subsidiado y la familia escoja si comprarlo o no. Ello proporcionaría a quienes decidan adquirirlo cierta garantía de que no tener que comprar el paquete de la primera etapa a los revendedores de Revolico.

Mientras tanto, a nivel local se pueden adoptar soluciones más inmediatas. Este es un producto con ciertas desventajas para la salud y el medio ambiente, pero no podemos cerrar los ojos, las familias cubanas requieren al menos, el famoso y práctico paquete de “pampers para las consultas”. Los organizadores de colas, de conjunto con las autoridades gubernamentales pertinentes, pueden contribuir a proteger a nuestros infantes y a nuestras familias.

Ojalá esos carteles y publicaciones dejen de ser virales y no lo digo con la expectativa ilusa de que todos tengamos los productos que necesitamos, sino con la esperanza de que se utilice el ingenio cubano para el reparto un poco más justo de lo poco que tenemos.