CAMAGÜEY.- Mucho machete tuvo que dar Raidel Sanz Otero para desbrozar el marabú que imperaba en las tierras donde él aspiraba a establecer la finca La Liliana. Fue sin dudas una tarea de brazos titanes. Allí donde por muchos años creció el marabú este campesino asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Camilo Cienfuegos de Jimaguayú obtiene buenos resultados en los diferentes cultivos, mas refiere que los tres primeros años fueron excepcionales en los rendimientos.

A la luz de casi una década de sus inicios en el campo tenía la intuición de que la fertilidad de sus predios se debía a los beneficios que recibió de la Dichrostachys cinerea (nombre científico). Sus sospechas se convirtieron en certeza al conocer durante el segundo Taller- Escuela del proyecto de colaboración científica internacional “Acercamientos multidisciplinarios eco-amistosos para controlar y manejar el marabú”, que esta planta invasora no solo protege al suelo de la erosión sino que le aporta materia orgánica y mejora su infiltración.

Los campesinos y estudiosos participantes en la sesión de trabajo, realizada este miércoles en el Centro de Convenciones Santa Cecilia, de la capital provincial, hablaron sobre el empleo del marabú como alimento para el ganado en el periodo de intensa sequía, de las desventajas del desmonte mecanizado, de lo perjudicial de eliminar esta planta si no va a utilizarse de inmediato el área donde habita y cómo es posible su control con la cría de ganado caprino, entre otros temas.

El espacio de trabajo entre productores y académicos fue una excelente plataforma de intercambio en ambas direcciones. Se ratificó como una vía para estrechar la tan necesaria alianza entre la academia y el campo y traducir en resultados científicos la experiencia de quienes laboran directamente con el ganado o junto al surco. Estos a su vez son empleados por los profesores e investigadores universitarios para elaborar herramientas que permitan un mejor manejo de esta planta y en incrementos de las producciones de alimentos.

Como resultado de este proyecto, desarrollado por la facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte (UC) y con apoyo del Consejo de Universidades Flamencas de Bélgica (VLIR-UOS) los campesinos reciben capacitaciones fundamentalmente, además de insumos que se emplean en el manejo de esta planta.

La iniciativa emprendida por VLIR y la UC propone un estudio sobre cómo se controla esa especie invasora en varios tipos de suelos, cuáles son los métodos más amigables con el medioambiente, y sobre la calidad del lecho con presencia del arbusto y luego del desbroce. El mismo asume como objetivo general contribuir a mejorar el sustento de agricultores y la soberanía alimentaria en la región.