CAMAGÜEY- “Hay que buscar alternativas para sacarle el ‘quilo’ a la tierra, para sembrar más y aportar a la comida del pueblo, en eso estamos trabajando y es el compromiso de nosotros los campesinos” aseguró a Adelante Digital Blanca Rosa Pérez Hernández, presidenta de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Renato Guitart Morell, de la capital provincial.

Una de las estrategias que adoptaron en la base productiva —según apuntó Blanca Rosa— es priorizar con la entrega de combustible y de otros productos a las nueve fincas más grandes de la cooperativa, de las cuales salen los mayores volúmenes de producción con destino a las placitas y mercados agropecuarios del municipio.

“Aunque potenciamos a los mayores productores atendemos también a las fincas pequeñas y el aporte de ellos también es importante. Cada viernes pasa un tractor con una carreta por cada una de las parcelas para que cada campesino aporte lo que pueda: un racimo de plátano, una cajita de mango, de tomate, cuatro calabazas, lo que sea. Ellos no tienen que moverse de su lugar y aunque sea de poquito en poquito, sumamos. Sabemos que no es suficiente, pero ayuda”.

Los asociados a la “Renato”, única base productiva en el municipio cabecera que integra el movimiento productivo de los 100 000 quintales de cultivos varios, están enfrascados actualmente en preparar las tierras y sembrar, fundamentalmente cultivos de ciclo corto y aprovechar tiempo y espacio en el campo con el empleo de los cultivos intercalados.

“Todas las tierras las estamos preparando de conjunto con la Empresa Agropecuaria. Las prioridades son: plátano, yuca y boniato, además de las hortalizas que constituyen el plato fuerte de la cooperativa. Nosotros tenemos compromisos de entregar alimentos, además del Mercado La Arboleda y la placita de Calle Cuba, al hospital pediátrico Eduardo Agramonte Piña (dos veces por semana), al círculo infantil Manuel Zabalo y a la casa de niños sin amparo familiar ubicada en La Zambrana. También estamos donando sistemáticamente alimentos a los hospitales que asumen la atención a los enfermos y sospechoso de padecer el nuevo coronavirus”

“El propósito es cada día crecer más, estar junto al surco y atender a los campesinos en sus fincas para que no tengan que salir de allí y se cuiden también de la COVID-19. Ante las restricciones que impone la situación epidemiológica mundial para la importación de alimentos la única alternativa es sacarle todo cuanto se pueda a cada pedacito de tierra, ya sea en patios, jardines, pequeñas o grandes fincas” enfatizó Pérez Hernández.

La CCS, ubicada en el distrito Julio Antonio Mella y pionera en Cuba en el programa de la agricultura urbana y suburbana, cuenta con 90 fincas en total, de ellas 14 dedicadas a la ganadería, seis a la cría de cerdos y el resto a los cultivos varios, fundamentalmente a las hortalizas y verduras.