Considerado el corazón del Centro Histórico de la ciudad de Camagüey, el emblemático Parque Agramonte deviene hasta la actualidad escenario de algunos de los sucesos políticos, culturales y sociales más relevantes de la urbe a lo largo de sus más de cinco siglos de fundada.
La otrora Villa Santa María del Puerto del Príncipe data del 1514, cuando se fundó en Punta del Guincho, en la costa norte del territorio, ubicado en la actual ciudad de Nuevitas, pero no fue hasta 1528 que luego del trashumar de sus habitantes por otros lugares se asentó definitivamente entre los ríos Tínima y Hatibonico, que atraviesan esos dominios.
Precisamente donde hoy radica el citado parque fue el espacio generatriz de la trama urbana, área del principal centro político, administrativo y comercial de la localidad y de la futura jurisdicción.
Desde entonces, el referido emplazamiento ha tenido diversas denominaciones: Plaza de la Iglesia Mayor, entre 1812 y 1814; Plaza de la Constitución, de 1820 a 1823; Plaza de Armas, en 1823; Plaza del Recreo, en 1839; Plaza de la Reina, en 1845; nuevamente Plaza de Armas en 1899 y luego en ese mismo año y hasta hoy, Parque Ignacio Agramonte.
Ese nombre lo recibió el 26 de enero por orden del Ayuntamiento de Puerto Príncipe, en homenaje al héroe camagüeyano caído en combate el 11 de mayo de 1873, y el 24 de febrero de 1912 se inaugura oficialmente por Amalia Simoni Argilagos, viuda del extraordinario Héroe lugareño, un monumento conmemorativo con su figura ecuestre, obra en bronce del escultor italiano Salvatore Buemi.
Quien visite el sitio notará la presencia de una palma real en cada esquina del Parque, como símbolo representativo de los primeros patriotas camagüeyanos que se alzaron en armas contra el colonialismo español y primeros fusilados por esa causa el 12 de agosto de 1851: Joaquín de Agüero y Agüero, Fernando de Zayas, Miguel Benavides y Tomás Betancourt.
La antigua Plaza de Armas está rodeada por bellas construcciones patrimoniales, entre ellas la Catedral Metropolitana, la Casa de la Diversidad Cultural, la Casa de la Trova, la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella, los restaurantes la Volanta y La Perla; y el Edificio Collado, en cuya planta baja se ubica el Centro de Interpretación Camagüey Ciudad Patrimonio, sede de la maqueta de la ciudad.
En sus alrededores también está la casa del Gobierno municipal, hoy sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular, función que allí se registra desde hace más de 300 años.
Cada una de esas edificaciones responden a un estilo discreto y juicioso de los sistemas figurativos ecléctico, colonial y neocolonial, y art novó, lo cual sin dudas deviene uno de los atractivos más representativos de ese entorno.
En 2008, el Parque Agramonte fue sede de la ceremonia oficial por la declaración del segmento más antiguo de la urbe como Patrimonio Cultural de la Humanidad, uno de los momentos de mayor orgullo para los Camagüeyanos.
Constantemente acoge variadas celebraciones de las instituciones locales, en memoria del prócer, entre las que destacan las peregrinaciones que se realizan hasta ahí desde el homónimo Museo Casa Natal, para homenajear al héroe en el aniversario de su nacimiento y de su caída en combate.
Día a día recibe numerosos visitantes nacionales y extranjeros, quienes siempre muestran su admiración por el lugar y su ambiente, e incluso presencian en ocasiones, a las seis de la tarde, la ceremonia de retirada de la Enseña Nacional.
La bandera también es a veces vista cuando se iza bien temprano al amanecer de cada jornada, por aquellas personas que a su paso avanzan hacia sus rutinas diarias.
Sitio de encuentro para los amigos, tal vez donde también muchos amores dieron sus primeros pasos, espacio de esparcimiento para que los más pequeños, bajo la acuciosa vista de sus padres, jueguen y socialicen.
Es el parque Agramonte testigo fiel del desarrollo de la medio milenaria urbe, una de las primeras Villas fundadas por colonos españoles en Cuba y en América, la cual cada día se debate entre modernidad y tradición.