Dicen los que andan por ahí plantando discordias que Cuba “trata” con sus médicos en una moderna esclavitud, incluso alegan injerencia de estos en asuntos internos de los países en que laboran.
Almagro, ese que no tiene moral para hablar ante el mundo de derechos, aseguró en la sede de la organización que bien representa (OEA) que nuestro Gobierno comete crímenes de lesa humanidad enmascarados con la cooperación médica cubana en el exterior. La Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), destinó tres millones de dólares para proyectos dirigidos contra las brigadas médicas, en clara defensa de los “mejores intereses”.
La respuesta no se hizo esperar. El acuerdo tripartito con la Organización Panamericana de la Salud y Brasil, en vigor desde 2013, fue cerrado por el servil Jair Bolsonaro alegando un enriquecimiento del Estado cubano a costa de sus profesionales.
Bolsonaro ataca nuevamente la coop. médica cubana, q es ejemplo de solidaridad y altruismo. Los hechos lo desmienten: + de 113 millones de brasileños atendidos por cubanos en #MaisMedicos, en + de 3 600 municipios, de ellos + de 700 tuvieron médico por primera vez en su historia.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) August 2, 2019
Ecuador reclamó información detallada sobre los convenios y los servicios de los cubanos. Cinco meses después dio por terminados, y aderezó su decisión con la patraña de la participación de nuestros cooperantes, en las protestas internas ante las medidas neoliberales de Lenin Moreno.
En los tristes días de finales de octubre en Bolivia se produjeron 26 incidentes graves contra colaboradores antillanos. Ante esta situación, que buscaba el descrédito de los médicos al tratar de disminuir mediáticamente su preparación fueron regresados a la nación.
Ha sido el año para la más desesperada de las campañas contra Cuba: atentar contra el ejemplo y la dignidad de los profesionales de la salud. Las puntas de lanza han sido Brasil, Ecuador y Bolivia, pero los intentos continúan: aseguran que los galenos en Venezuela son militares, la Usaid hurga desesperadamente en los archivos de la brigada en Guatemala para encontrar un caballo de Troya, y El País español se hace eco de la “poca capacidad” de los que atienden la Operación Milagro en Uruguay.
Más de 600 000 profesionales y técnicos de la Salud cubanos han estado en 160 países. No es un secreto, como señaló el Ministro del ramo, José Ángel Portal Miranda, que el dinero proveniente de estas misiones resulta una de las principales fuentes de ingresos en el país, “contribuye a financiar los servicios sociales”, esos que en cuestiones de medicina y educación representan cada año más del 50 % del presupuesto estatal.
Desde 1963 Cuba ha servido a quien pide ayuda bajo principios de solidaridad y beneficio mutuo. Quienes participan voluntariamente prestan sus servicios sin distinción de razas, credos e ideologías, sin mezclarse en asuntos de política interna y respetando las leyes y costumbres de las naciones donde laboran.
Hoy en Adelante digital seguimos solo una parte de la ruta de la solidaridad donde está la huella de los médicos camagüeyanos que hoy sobrepasan los 2 000 en casi 40 países.
“Cuba no está comprometida solo con la salud de su pueblo, sino con la de la región y otras partes del mundo gracias a la solidaridad (...) Cuba es un importante miembro en el área, que ha contribuido mucho a nivel regional y mundial con su solidaridad. Es un país que envía muchos de sus médicos a trabajar al exterior, y prepara médicos de otros países para ayudar a los que lo requieren. Incluso a aquellos con una necesidad extrema, lo hacen de forma gratuita”.
•Dra. Margaret Chan, exdirectora de la Organización Mundial de la Salud.
Diseño: Alejandro Bonet Piñón/Adelante. Fuentes: Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, www.cubahora.cu, www.salud.msp.gob.cu
Dra. Iolexys Rodríguez Mola. Colaboradora en Brasil. Especialista en Medicina General Integral. Fotos: Cortesía de los entrevistados, de la autora y Yoel Benítez Fonseca/Adelante.
“Desde que una nace en este país tiene principios de solidaridad con su propio pueblo y con los demás. El cierre de la misión nos sorprendió a to-dos, no pensamos que Bolsonaro iba a lograrlo porque dejaba desprovistas a las personas más pobres, carentes de recursos y de atención médica, eso duele. Nosotros regresamos satisfechos por la maravillosa gratitud del pueblo.
“Hay muchas historias. Hubo casos graves, difíciles. Era increíble cómo para ellos los médicos éramos como dioses, algo grande porque no lo tienen, y para nosotros es el vecino más cercano, el que vemos en la bodega, en bicicleta. Eso impacta sobre todo en los niños y en los ancianos que no se explicaban cómo un médico, sobre todo una mujer, estaba en su casa humilde y pobre atendiéndolos".
Dra. María Mercedes Pérez Escobar. Colaboradora en Ecuador. Especialista en Nefrología.
“Fue una experiencia muy bonita. Hay muchos pacientes que requieren diálisis en ese país a causa de la nefropatía mesoamericana porque las labores agrícolas son muy fuertes. Están expuestos, sobre todo en la recogida y siembra de plátano y cacao, a productos químicos, al intenso sol y a la deshidratación. Llegamos a tener casos de jóvenes de 17 años.
“Reconocían el desinterés económico de nuestros especialistas, que lo que hacían era por amor, por esa entrega que nos caracteriza. En el momento en que tuvimos que partir nos expresaron su cariño y gratitud, siempre con la esperanza de que en algún momento volveríamos a la misión”.
Dra. Ania Carmenate García. Colaboradora en Ecuador. Especialista en Higiene y Epidemiología
“Cuando llegué a Ecuador en el 2013 apenas éramos 150. Inicialmente estuve en la Amazonia, allí hacíamos trabajo de campo, había una gran población desatendida, no solo por la accesibilidad sino por las condiciones económicas. Después pasé a trabajar a Quito como coordinadora técnica del programa del uso del Heberprot-P. Con la aplicación de este medicamento aportamos en la atención en el campo científico, cuando llegamos se realizaban amputaciones al 60 % de los pacientes y se llegó a reducir hasta el 3 %.
“El incremento de la firma de convenios, incluso con el Instituto de Trabajo y Seguridad Social, y con clínicas privadas de hemodiálisis en ese país fue posible por el lugar que se ganaron los colaboradores con su trabajo, por el respeto que hay en el mundo por la medicina cubana y el prestigio de nuestros profesionales”.
Dr. Pedro Gabriel Hernández Mandado. De misión en Gambia. Especialista en Siquiatría y Bioestadística.
"Tengo cuatro experiencias. Una trabajando para la OMS en las ruinas generadas por la guerra en Vietnam, Laos y Kampuchea, donde los grandes monopolios farmacéuticos donaban antibióticos sin el disolvente. En Bamako, Malí, la Usaid regalaba medicamentos de experimento para combatir la malaria (paludismo), por lo tanto no le convenía hacer lo mínimo por cortar la transmisión. Durante mi primera vez en Gambia, 2010-2012, logramos que desaparecieran los cuartos enrejados para los pacientes siquiátricos. Se desmitificó la patología mental. Ahora, me resulta gratificante que me recuerden, experimentar que por la espalda te carguen en peso en plena calle los agradecidos, venir hacia ti a preguntarte si eres tú otra vez”.
Dra. María del Carmen Romero Sánchez. De misión en Venezuela. Especialista en Medicina General Integral.
“Llegué a Venezuela, por segunda vez, como directora de Docencia de la Misión Médica Cubana en la Universidad de las Ciencias de la Salud Hugo Chávez. Sin la presencia de los colaboradores cubanos, los estratos más pobres aquí nunca hubieran podido acceder a estos servicios. Los médicos y otros profesionales no solo brindamos salud, también formamos relevo, graduando profesionales con alta calificación".
Dra. Yadira Rubinos. De misión en Mozambique. Especialista en Medicina Legal.“Es mi tercera misión internacionalista. Ello ha constituido mi máxima realización como profesional y ser humano. En el año 2000 formé parte del grupo que dio continuidad al trabajo comenzado a raíz del terrible huracán Mitch en Guatemala. Allí sin electricidad y con aldeas a una distancia de más dos horas de camino, cumplimos con mucho amor nuestra labor.
"Luego me incorporé al primer grupo que partió a Venezuela con la creación del programa Barrio Adentro. Ahora me encuentro en el Hospital Central de Maputo, tarea difícil por las características culturales pero no imposible para un médico formado en los principios del internacionalismo. En todos esos países he comprobado que los cubanos somos recibidos con inmenso amor y alegría, sobre todo por los más pobres y necesitados, que al final constituyen nuestra prioridad. En más de una ocasión he visto lágrimas a la hora de las despedidas, la añoranza por la llegada de otros que nos sustituyan y el miedo a que un día les faltemos. Ese cariño no tiene precio, no hay fuerza capaz de minimizarlo, eso es invencible y nuestro mayor orgullo”.
.@japortalmiranda "En todo momento, demostraron ser profesionales de la vida, para quienes la salud y el bienestar de sus pacientes es lo único importante (...) ustedes han contribuido a escribir otro pasaje de la inmensa historia de nuestra colaboración médica" #CubaPorLaSalud pic.twitter.com/AYUyScwMOu
— Ministerio de Salud Pública de Cuba (@MINSAPCuba) November 19, 2019