CAMAGÜEY.-La indignación que han mostrado en estos días nuestros estudiantes ante los planes subversivos de agencias del Gobierno norteamericano, como la CIA y la Usaid, que los ha escogido como blanco vulnerable para protagonizar el cambio de régimen en Cuba, está más que justificada y no se podía esperar de ellos una respuesta menos digna y patriótica que la que están dando ahora, y siempre han dado, cuando de defender la Patria se trata.
Parece que el imperialismo es el único animal que choca más de una vez con la misma piedra, porque no aprendieron la lección cuando instrumentaron Zunzuneo con los mismos objetivos subversivos, colocando a la juventud como supuesta punta de lanza contra la Revolución, y obtuvieron un rotundo fracaso.
Ahora urdieron un “inocente” plan becario de la ONG World Learning, financiado por el Departamento de Estado de Estados Unidos, titulado Programa de verano para los jóvenes cubanos, dirigido fundamentalmente a los estudiantes de la Enseñanza Media, que incluía la confección de proyectos elaborados por los que fueran escogidos para estas becas, para servir a los intereses contrarrevolucionarios de sus patrocinadores.
Pero también esta vez, como ha ocurrido históricamente desde el 1ro. de Enero de 1959, las estrategias y tácticas destructivas de los sucesivos gobiernos norteamericanos contra la Revolución Cubana han sufrido el más humillantes de los reveses, y los que les parecieron presas dóciles, fáciles de deslumbrar con el espejismo cautivante del capitalismo, les han dado una respuesta apabullante, como para que no vuelvan a equivocarse.
No hay que olvidar de qué juventud estamos hablando, que no es otra que la que clasifica a la nación cubana con el más alto desarrollo juvenil en América Latina y la que más invierte en las generaciones jóvenes, según confirman estudios comparativos del Programa de Juventudes del Commonwealth, de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y de la Organización Iberoamericana de Juventudes.
Cuba no solo lidera el ranking latinoamericano en este último aspecto, sino que se ubica en el lugar 11, detrás de países altamente industrializados y desarrollados cuando se evalúan las categorías de educación, empleo, salud, bienestar y participación política y cívica, entre las tenidas en cuenta por los investigadores, quienes apuntan que la Isla invierte en la juventud más del 20 % de su gasto social.
A lo anterior es necesario añadir el protagonismo alcanzado por nuestros jóvenes en las transformaciones revolucionarias ocurridas en Cuba en estos 58 años, que van desde la Campaña de Alfabetización en los primeros años del triunfo contra la dictadura batistiana, pasan por la victoria de Girón frente a la agresión mercenaria y las misiones internacionalistas, y encuentran su consagración en la construcción del socialismo próspero y sostenible que estamos llevando a cabo en estos momentos.
Piensan los enemigos ilusamente que la juventud de la que estamos hablando caerá rendida en las engañosas y sutiles redes que le tienden, que los supuestos atractivos del mundo capitalista con su carga de espejismo, individualismo, egoísmo, vicios y violencia bastarán para hacerla renunciar a los principios revolucionarios bajo los cuales nació y creció, y la harán volverse contra la Patria que le confía no solo el presente, sino también el futuro.
Vuelven a equivocarse. Aquí no encontrarán caldo de cultivo para que prosperen sus planes subversivos. No hay generaciones frustradas, sin porvenir u horizontes para sus realizaciones sociales, humanas, políticas. Cuba y la mayoría de sus jóvenes, e igualmente los adultos, están abiertos a los intercambios académicos, culturales y de todo tipo, como los miles que se han realizado con estudiantes, profesores, y otros exponentes de distintas ramas del acontecer social, pero con respeto, transparencia y en un plano de amistad y cordial diálogo y entendimiento, y nunca con el puño cerrado.