CAMAGÜEY.- Además de las circunstancias cotidianas, la felicidad de un pueblo depende mucho de cómo se vea representado en su espacio más cercano y hasta las instancias nacionales. Desde la individualidad, es esencial encontrar el reflejo en líderes que transparenten su sentir; en personas que no anoten en su agenda con la tinta del olvido, sino que conviertan en hechos y transformen, en luz, las adversidades. Esa ha sido de las misiones más importantes de los Órganos Locales del Poder Popular a lo largo de su historia.

La experiencia de Matanzas, como se llamó a su primer antecedente aplicado durante 1974 en esa demarcación, constituyó prueba de fuego. Al comprobarse la efectividad de la nueva estrategia, fue extendida al resto de la nación en el ‘76 y para que se consolidara en las raíces del socialismo cubano, quedó legitimada en la Constitución firmada en aquel año.

Así, el 10 de octubre de 1976 sumó al simbolismo histórico de la fecha, el hecho de realizarse las primeras elecciones genuinamente democráticas, donde los vecinos elegían a uno entre ellos para representarlos en la toma de decisiones de la localidad, de la provincia, del país. A la constitución de las asambleas municipales del Poder Popular, el 31 del propio mes, le siguió la de las asambleas provinciales, el 7 de noviembre, y la primera sesión del Parlamento en otro día glorioso: el 2 de diciembre.

Sin embargo, a partir de ese momento, la ardua tarea consistió en mantener su funcionamiento. Con un largo trayecto de 45 años, una de sus prioridades ha sido sostener un activo proceso de trabajo desde los delegados que representan los intereses del pueblo y un eslabón clave en la articulación con los órganos, como fundamento de nuestros principios de la democracia socialista.

Camagüey cuenta con 871 líderes de circunscripción que nutren y fortalecen esa estructura. Son multitudes rostros que, untados de mucha o poca experiencia, trasladan las voces de su gente hasta las mesas de los decisores. No son pocas las caras jóvenes en ese universo.

Llenos de ilusión hacen suyas las preocupaciones del barrio, de las comunidades y sin tabúes exponen las dificultades de los ciudadanos. Voces revolucionarias decapitan la desidia, la morosidad y las injusticias que emergen en determinada situación de la vida. Lejos de ser considerados una molestia en cualquier espacio o la típica piedra en el zapato, deberían ser siempre aplaudidos.

Si bien es cierto que las carencias, en toda la línea, han frenado en cierta medida la actuación oportuna del Poder Popular, la crítica constructiva a la inmovilidad y la información adecuada, sin “peloteos” ni medias tintas, harán más confiables las labores de los Órganos Locales entre los ciudadanos. El silencio resulta contraproducente y aunque en ocasiones las soluciones no se aprecien en breve, una simple respuesta puede cambiar perspectivas.

Por la conmemoración de los nueve lustros del Poder Popular, la tierra de Agramonte ha diseñado un grupo de actividades destinadas a homenajear a fundadores e integrantes destacados, según explicó en intercambio con la prensa la jefa del departamento independiente de relaciones con los Órganos Locales en el Gobierno Provincial, Maritza Díaz Lorenzo.

La funcionaria comunicó que aparejada a las acciones de reconocimiento, será divulgada su historia, los motivos de su surgimiento y el rol fundamental desde las circunscripciones cubanas hasta la Asamblea Nacional. El período de festejos, extendido desde octubre hasta diciembre, además de rendir tributos resulta oportuno para confirmar la vitalidad de esas estructuras populares. De hacer creíble, en cada habitante de Camagüey, y del país, que el gobierno realmente late en el pueblo y su poder, vía para transformar, por el bien común, su presente.