CAMAGÜEY.- Que 163 congresistas apoyen el pedido de la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi para la apertura de un proceso de impeachment contra el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, motivó que este considerara la acción de los demócratas como una “cacería de brujas”.

Lo cierto es que las imputaciones al Mandatario son bastante comprometedoras, como la de “traición de su juramento al cargo” y sus acciones violaron la Constitución y por lo tanto “debe rendir cuenta porque nadie puede estar por encima de la ley”, afirmó la Pelosi al dar su visto bueno al proceso de destitución del inquilino de la Casa Blanca.

Según los demandantes, Trump mantuvo una conversación con el presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski durante la cual lo presionó, amenazándolo con retener la ayuda militar a ese país, para que investigara las acusaciones de corrupción en la empresa de gas natural Burisma Holdings contra el exvicepresidente demócrata Joe Biden y su hijo Hunter, con la intención de beneficiarse en sus aspiraciones electorales con vistas al 2020.

Es preciso apuntar que Biden es el precandidato demócrata que, de ser nominado, enfrentaría a Trump en las elecciones presidenciales del año entrante, y el hecho de que fuera imputado de un acto de corrupción en dicha empresa junto a su hijo significaría un duro golpe en sus aspiraciones de convertirse en el nuevo dignatario de la nación norteamericana.

Por su parte Trump, que negó que existiera algún delito en su conversación con Zelenski pues no hubo presión alguna por su parte, la emprendió seguidamente contra los servicios de inteligencia de su país por haber sido uno de sus miembros —según se ha afirmado— quien reveló la conversación ocurrida en el pasado mes de julio, y acusó a los demócratas de lanzar una “cortina de humo” para ocultar el buen trabajo de su administración al frente de la nación, “porque no les interesa el país, solo las elecciones”.

No obstante se dio a conocer que resulta muy significativo que aunque Trump afirma que no ejerció presión alguna sobre el Mandatario ucraniano, una semana antes de la controvertida llamada telefónica, la Casa Blanca retuvo 400 millones de dólares asignados como ayuda militar a la nación europea.

La aplicación del juicio político contra el presidente tendrá como punto de partida la creación de un comité que lleve adelante las investigaciones, y aunque en otras ocasiones se han realizado pesquisas de sus acciones dentro de la Casa Blanca, como la del fiscal especial Robert Muller acerca de la supuesta injerencia rusa en las elecciones del 2016 y la de su abogado personal cuando se declaró culpable de violar la ley de financiamiento de la campaña electoral bajó las instrucciones de Trump, en ninguna de ellas se llegó a procesos de destitución.

Aunque los demócratas poseen la mayoría en la Cámara de Representantes, en el Senado son los republicanos los que llevan la voz cantante y opuestos como están ambos partidos en la apreciación de si existió delito o no en la conversación telefónica de los presidentes estadounidense y ucraniano, es de esperar una prolongada confrontación que habría que ver si se disuelve en la nada y si prospera el juicio político.

Los especialistas consideran, según las encuestas, que aunque la mayoría de los estadounidenses están de acuerdo con el inicio de las investigaciones, no ocurre igual cuando se pregunta en relación con la celebración del juicio, al tiempo que apuntan que de iniciarse el proceso para consumarse requeriría una votación en la Cámara Baja de 218 legisladores de los 435 que la componen, y en el caso del Senado la cifra sería de 67 a favor de sus 100 integrantes.

Se considera además, que aunque la Pelosi aprovechó un momento de elevado desgaste de Trump al frente del país, las consecuencias ulteriores para ambos partidos a favor o en contra de sus aspiraciones presidenciales son impredecibles en el futuro inmediato y de cara a las elecciones del 2020.