MONTEVIDEO.- Al futuro canciller de Uruguay, Ernesto Talvi, le molestó hoy que el actual gobierno cumpliera con la tradición diplomática del país en defensa de la institucionalidad en el caso boliviano.

Talvi manifestó encono por la decisión del ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Nova, de solicitar en el Consejo del Mercado Común del Sur (Mercosur) la cláusula democrática por ruptura institucional en Bolivia, a causa del golpe de Estado perpetrado allí.

En comentario al diario Subrayado adujo que no se consultara antes al gobierno entrante el 1 de marzo venidero sobre la posición que se adoptaría respecto a lo que descubrió en términos evasivos a "los hechos políticos ocurridos", en el país andino.

El titular de la diplomacia uruguaya solicitó ayer al órgano del Mercosur, que sesiona en Brasil, que se inicien los mecanismos previstos en el Protocolo de Ushuaia sobre compromiso democrático y se solicite al gobierno de facto boliviano el máximo respeto a los derechos humanos y el cese de la represión indiscriminada.

Nin Novoa, hizo referencia a la actual situación que atraviesa el Estado Plurinacional de Bolivia, cuyo presidente constitucional Evo Morales fue obligado a renunciar a su cargo, lo que provocó un quiebre institucional del orden democrático en los términos establecidos en el artículo 3 del Protocolo de Ushuaia sobre compromiso democrático.

La diplomacia se convirtió en el segundo tema de tirantez en el proceso de transición del gobierno del Frente Amplio al Partido Nacional de derecha, después de la pretensión del presidente electo Luis Lacalle Pou de que el Ejecutivo saliente aumente tarifas de servicios públicos y que le deje compartir a quienes se otorgarán los ascensos militares en febrero.

Lacalle adelantó el lunes la salida de Uruguay del Mecanismo de Montevideo para un arreglo pacífico de la situación en Venezuela y el establecimiento de una relación priorizada con la Organización de Estados Americanos, que se posicionó al lado de los golpistas en Bolivia.

El expresidente Evo Morales, saludó la tradición diplomática de Uruguay, en su defensa de la institucionalidad al solicitar la activación de cláusula democrática que censura a golpistas que pisotearon la democracia de Bolivia.