LA HABANA.- Estas líneas llegan, por fortuna, en el Día de los Niños, fecha que en la ocasión adquiere nuevos matices en Cuba, tras la reciente aprobación, por la Asamblea Nacional del Poder Popular, del nuevo Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes, un marco legal que recoge los derechos de quienes transitan por estas importantes etapas de la vida.

  El anteproyecto fue objeto de análisis y discusión y viene a complementar el Código de las Familias aprobado en 2022, que calificó a niños, niñas y adolescentes como plenos sujetos de derecho y los distingue como destinatarios de protección especial, teniendo en cuenta siempre su interés superior, en tanto los jóvenes son señalados como activos participantes en una sociedad que a su vez debe garantizarles todas las condiciones para el ejercicio de sus derechos y su desarrollo integral, destaca Juventud Rebelde.

 Aunque desde 1978 se promulgó la Ley No. 16, Código de la Niñez y la Juventud, las leyes deben ajustarse a las dinámicas y los nuevos contextos, de ahí la necesidad de renovar el código y atemperarlo a las nuevas regulaciones legales que guardan relación con las nuevas generaciones, incluidos los instrumentos jurídicos internacionales firmados por el país.

 La publicación expresa que otras normativas también vinieron a regular el sistema para la atención a menores con trastornos de conducta; así como la adopción, los hogares de menores y las familias sustitutas; en tanto en el año 2023, se aprobó la Política Integral de Niñez, Adolescencias y Juventudes, muestra de la voluntad política del Estado de promover, proteger y garantizar los derechos de los pinos nuevos.

 Añade que unos 20 mil cubanos comprendidos en esas etapas fueron consultados para la elaboración de dicha política, un concepto que se extendió también al nuevo Código, partiendo precisamente de aquellos intercambios en los que afloraron las principales problemáticas de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, asociadas con la violencia, las desigualdades y otra vulnerabilidades.

En un mundo donde millones de niños experimentan la desprotección o son víctimas de los horrores de la guerra, Cuba vuelve a demostrar cuánto importan aquí las nuevas generaciones, al dotarlos de un marco legal que mantiene como pilares básicos el derecho a la vida, al desarrollo y la participación, poniendo por encima de todo el interés superior de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, sin discriminación.

 Entre los aspectos que regula la normativa está la edad laboral, lo relacionado con el respaldo legal de los menores que cometen actos delictivos; los derechos a la libertad de expresión, el acceso a las nuevas tecnologías, a recibir información veraz y a ser consultados ante cada decisión que pueda afectarles de una u otra forma, en consonancia con el interés superior y la autonomía progresiva que les está conferida por derecho constitucional, resalta el diario.

 Representa una protección contra las formas de explotación, como el trabajo infantil, las uniones de hecho forzadas, la pornografía, prostitución, secuestro, entre otras, y obliga al Estado a establecer políticas, programas, planes y proyectos para prevenir y erradicar esas manifestaciones de explotación, así como a prestar servicios de protección especializada para la atención, reintegración familiar y social de las personas cuyos derechos hayan sido vulnerados

 Deja claro el rol de la familia y de todas las instituciones en función de hacerles valer sus derechos, pues nada ni nadie puede frenarlos en su desarrollo. Su aprobación, es apenas el primer paso. Lo más difícil, su implementación, es un desafío constante que nos convoca a todos, pues los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de hoy, constituyen el futuro de la Patria, y el futuro debemos protegerlo a toda costa, proclama la fuente.