CAMAGÜEY.- Por mucho que se hable de ahorrar energía, no todo el mundo comprende por igual la verdadera esencia de consumir la electricidad imprescindible, no malgastar, como muchas veces detectan en sus visitas periódicas, a centros de producción y servicios, los inspectores de la Oficina Nacional de Uso Racional de Energía (Onure)
Octubre acaba de concluir y es exponente del descuido que se refleja. De las 150 entidades inspeccionadas en este mes, empleándose a fondo estos funcionarios para dar cumplimiento a las indicaciones del Primer Ministro, Manuel Marrero y a la Resolución 159, específica del Ministerio de Energía y Minas, en 55 fueron detectados problemas injustificables.
¿Por qué si lo acordado es que los aires acondicionados cesen a las 11:00 de la mañana, excepto aquellos que protegen equipos tecnológicos, todavía se hallen funcionando unos cuantos en lugares fuera del marco de cumplimiento de esta medida?.
Estas y otras situaciones anómalas van acompañadas de medidas aplicadas a las administraciones por los Consejos Energéticos, una de ellas equivalente a la suspensión del servicio eléctrico por 72 horas.
Es imperdonable no revisar las bitácoras. En la práctica se ha notado la ausencia de datos del consumo diario de los metros contadores, mientras por los inspectores no se pierde oportunidad en revisar las demandas de los picos eléctricos, sí se han pasado o no.
Roberto Escalona Durán, director de la Onure en Camagüey, expresó que se trabaja con los consejos energéticos municipales para arreciar las supervisiones en las empresas estatales, de modo lograr mejores resultados en los índices de consumo.
El funcionario explicó que hay entidades, como Acueducto y Alcantarillados, que trabajan de forma permanente, excedidas de sus consumos totales, comparándolos con los planes, cuestión que tiene que ver con la demanda de agua de la población y también con la cantidad de salideros presentes en las redes de abasto, algo por perfeccionar y motivo de atención de los directivos de ese sector.
En este sentido, sin afectar la atención de los pacientes, vale una revisión al detalle en los hospitales materno Ana Betancourt, Manuel Ascunce y en el Martin Chang Puga de Nuevitas.
El ahorro de energía no puede concentrarse solo en la rama estatal, el sector residencial, el mayor consumidor de electricidad en la provincia, puede y debe sumarse a esta batalla, no de modo coyuntural, sino permanente, de cara al futuro..
Es no dejar encendidas luces en las habitaciones que no estén usándose, no mantener equipos conectados a la corriente y velar por no dejar encendidas las cocinas eléctricas más allá de lo útil para la cocción de los alimentos o hervir agua.
Desde la posición de clientes nadie calcula lo que significa aplicar estas y otras medidas en el hogar y en centros laborales, más su efecto en bajar los registros de Megawatts, que se notan cuando en los despachos declinan los índices de consumo a favor de la economía nacional y familiar. Ahorrar energía, no es privarse de electricidad.