CAMAGÜEY.- Cada día es un desafío para el misterioso mar de sus mentes. Unos están callados e indiferentes, otros tratan de expresar su disfrute por la música, otros se mueven ansiosos. Hoy toca matutino especial por el 28 de enero y casi todos los educandos de la Escuela Héroes del Moncada para niños con trastorno del espectro autista van a participar.
Dorian guarda el rostro sereno, pero amaneció como un mar erizado a punto de llovizna. Hoy teme que alumnos más pequeños que él se le acerquen, se protege en el contacto con su profesora, frunce el ceño y baja la vista deseando que pasen veloces esos minutos para encontrar una zona de confort.
Como él, el resto de los muchachos está acompañado por un adulto. Con honestidad, no se distingue a veces si es un familiar o una maestra de la institución. Estos infantes manifiestan principalmente problemas en la comunicación y las interacciones sociales. Su calma en el resguardo del personal de la escuela denota que han logrado formar cierta relación con ellos.
El patio donde se desarrolló el matutino, está contenido por un alto muro que lo aísla del ruido del exterior. El color azul de la pared y la vista del cielo, disipan toda la energía o las tensiones.
Hay un niño vestido del padre de Pilar, lleva traje y un bigote negro pintado. Las instructoras de arte lo guían en su actuación, mientras la madre habla de la evolución positiva de su hijo y su gusto por la escena. Él no puede comunicar bien lo que siente, pero participa, tiene el papel y un público que lo aplaude; él y sus compañeros, tienen un lugar en esta escuela.
El #autismo se caracteriza por alteraciones en la comunicación, la interacción social y comportamientos que pueden ser repetitivos o intereses restrictivos.
— Agencia Cubana de Noticias (@ACN_Cuba) April 2, 2021
💙Rompamos las barreras sociales; brindemos cariño y compresión💙#InfografiasACN #Cuba #DiaMundialAutismo pic.twitter.com/QLBYm1HB0G
AYUDARLOS A CRECER
“Hace años no era posible realizar con ellos este tipo de actividades”, comenta orgullosa Yudelis Pérez, directora de la institución, justo al concluir el matutino. El centro fue fundado en el 2016 y es único en su tipo en la provincia, pues se especializa en la atención a niños con diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista (TEA).
La Organización Mundial de la Salud declara que en el mundo 1 de cada 100 niños lo padece, aunque la prevalencia en muchos países de bajos ingresos es desconocida. En el año 2020 la página Web de la UNICEF en Cuba expuso que en el país había un total de 968 niños, niñas y adolescentes con autismo, de ellos 400 en escuelas de enseñanza general y el resto en la educación especial.
Además del centro Héroes del Moncada en Camagüey, solo las provincias de Santiago de Cuba, Holguín, Cienfuegos y La Habana, tienen instituciones especializadas como esta. El establecimiento, ubicado en el centro histórico de la ciudad, es un espacio acogedor por su arquitectura, sus silencios y sus paredes azules.
La matrícula es de 46 estudiantes, solo 4 hembras pues el TEA es más frecuente en el sexo masculino. Tiene 10 grupos de aproximadamente 5 estudiantes cada uno. Yudelis, hace énfasis en la atención individualizada que requieren los infantes: “Tenemos el caso de un par de mellizos que ingresaron juntos al centro. Uno de ellos evolucionó significativamente y hoy recibe clases en la educación general. Su hermano, tuvo un desarrollo distinto y aún lo atendemos en nuestro centro”.
Héroes del Moncada es una escuela de tránsito, explica la directora, porque en la medida que formen habilidades los alumnos se incorporan a la educación general. Cuenta con salones de estimulación para niños con trastornos en la comunicación de 3 a 5 años. El diagnóstico de TEA se realiza a los 6 años, desde entonces cada alumno tiene un ajuste curricular y participa en talleres de preparación para la vida adulta, terapias (zooterapia y equinoterapia) y otras actividades.
Al escucharla hablar pienso en el trabajo diario y perseverante que realizan a través de los años, con la aspiración de crear habilidades en estos niños para su mejor incorporación a la sociedad.
Esta tarea no se limita a los escolares, también el colegio asesora al personal involucrado, familiares, y los profesores que los reciban en otras instituciones llegado el momento.
LA EXPOSICIÓN DE ARTE
Las artes son una herramienta esencial en el trabajo con los escolares.
“Tenemos talleres de apreciación creativa donde se mezclan todas las especialidades. La metodología no es fija, porque todo depende de las capacidades individuales de cada uno”, explica Susel, jovial maestra de pelo largo que hace unos minutos participó junto a los pequeños artistas en el matutino. Junto a ella también estaba Elizabeth para guiarlos. Ambas son instructoras de arte del centro educativo, con 13 y 9 años de experiencia en educación especial, respectivamente.
Por la ternura que transmiten al hablar de su trabajo, verlas durante las clases permite reconocer las dificultades que enfrentan. El estrés y resistencia de los pupilos para completar las tareas es un reto diario.
Susel y Elizabeth dieron una clase de dibujo en el aula al fondo del pasillo, pequeña, con apenas tres mesas y apretada entre los estantes de materiales y recortes. Para algunos niños hacer el dibujo fue un ejercicio feliz; otro necesitó más apoyo de la maestra.
Hicieron el trabajo juntos, la joven instructora sorteó las barreras comunicativas y reanimó la voluntad del discípulo. Él lápiz no descansó hasta cumplir el desafío. Fue un día más en la evolución personal del estudiante.
Por eso, es satisfactorio cada logro. La entrada de la institución tiene una pequeña exposición dedicada a José Martí, donde aparecen impresiones a tempera con su imagen. Entre todos, el más original, lleva la firma de Dorian.
DORIAN, UN RETRATO SOBRE AUTISMO
En la primera impresión me sonó muy interesante el nombre y recordé la famosa novela de Oscar Wilde y aquella trama alrededor de una obra de arte. No imaginé que también este personaje frente a mí se relacionara a profundidad con la pintura, aunque felizmente de un modo sano y constructivo.
Dorian es un adolescente delgado y pelinegro. Suele encorvarse y estrujar sus dedos cuando algo le incomoda. Pude verlo estresado en un corto instante, quizás el grupo de personas que lo rodeaba se convirtió en una multitud en su mente, y no quiso estar solo. Llamó a Yudelis, la directora, hasta que encontró sosiego en su contacto.
Entre ellos hay una hermosa amistad, tanto que Dorian se pone exigente en busca de su atención, para hablar sobre sus deseos y sus pensamientos.
Este alumno destaca por sus aptitudes plásticas. Ha evolucionado hasta pintar sobre tema libre, mientras lo común es que los escolares reproduzcan las imágenes o patrones que se les muestra.
“Dorian incluso logró hacer dibujos abstractos, de los cuáles sólo él podía expresar el significado. Su evolución fue notable, sin embargo, en este trastorno es normal que existan períodos de crisis, y por lo tanto cierto retroceso”, explica Susel en la pequeña aula de taller creativo, mientras cuatro de sus estudiantes se enfrentaban a las hojas y los colores.
Yudelis habla orgullosa sobre el discípulo y su premio en el Concurso De donde crece la palma, certamen de creación plástica para niños y adolescentes de todo el país.
HEMOS ROTO ESTEREOTIPOS
Socializar no es lo más difícil para un escolar con trastorno del espectro autista. Sus sentidos también pueden sufrir alteraciones, de manera tal que se irritan mucho en ocasiones con algunos estímulos visuales y auditivos. Algunos se adaptan difícilmente a la oscuridad, o sienten ansiedad en las multitudes.
“¡La gente nos decía: ¿Cómo los van a llevar a teatro? y tiempo después hicimos aquel espectáculo acompañados de Lidis Lamorú, esa fue solo la primera vez. Hemos roto estereotipos”, relata Elizabeth, la instructora de arte.
Luego recuerda la actitud de uno de los organizadores del evento, muestra de que no todos están capacitados o sensibilizados para trabajar con ellos: “Vio a un alumno comportándose mal porque se encontrada estresado y comentó que si continuaba así lo iban a sacar. La respuesta fue: si no actúa él, no actúa ninguno”.
El centro Héroes del Moncada, no se limita al crecimiento personal de sus alumnos, educa también a la sociedad, para crear ese futuro de oportunidades que merecen.
Sus habitaciones azules, evocan el color con que se ha simbolizado el trastorno, el recuerdo de que el mar puede ser oscuro y tempestuoso, o brillante en el verano, de la misma forma en que hay días mejores que otras para las personas con autismo. A través de las estaciones, sus maestros los guían.
Desde la Plaza de los Trabajadores y hasta el parque José Martí, en el Centro Histórico de la ciudad de #Camagüey, desfilaron hoy vestidos de azul, niños, padres, maestros... con el Día Mundial de Concienciación sobre el #Autismo como motivación.#historiadorcamaguey #Cuba pic.twitter.com/ubl6OhfOH6
— OHCamaguey (@OHCamaguey) March 31, 2023