CAMAGÜEY.- Una felicitación en nombre del pueblo de Camagüey, y de la Patria, transmitió Federico Hernández Hernández, integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y su primer secretario en la provincia, al colectivo de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCC) en su aniversario 26, este viernes 24 de febrero.

En encuentro con representantes de esa insigne institución reconoció el talento y la entrega de quienes durante todos estos años han defendido los valores de nuestra región.

“Cuando uno va allí, disfruta la profesionalidad y se siente en un espacio acogedor, dijo. Si hay una labor difícil, en el contexto económico de hoy, es cuidar una ciudad, atesorar un patrimonio, y ustedes lo han sabido hacer y lo siguen defendiendo con inteligencia. Eso nos llena de orgullo, nos enaltece. Ustedes demuestran que sí se puede en condiciones complejas”.

El Primer Secretario elogió en particular la trayectoria y méritos de José Rodríguez Barreras, Joseíto, como le conocen en muchas partes, director de la OHCC.

“La obra de él, que es la de todas las personas de la Oficina, trascienden más allá de la provincia por el amor que le han puesto, por sus resultados, por esa demostración constante de trabajo y consagración.

Foto: Leandro Pérez Pérez/Adelante/ArchivoFoto: Leandro Pérez Pérez/Adelante/Archivo

“Que en la ciudad haya un plan bien concebido, bien diseñado por muchos, nos adelanta camino a las autoridades para cualquier decisión; y que al mismo tiempo sean nuestros asesores para escenarios más allá de la ciudad muestra la confianza que les tenemos, como dignos agramontinos, expresión actual de la caballería de Agramonte, creciéndose antes las adversidades”, afirmó.

“Cuente el Partido con la Oficina”, ratificó el Director al agradecer el reconocimiento de esa organización y del Gobierno en el territorio. “Somos imperfectos, no siempre salen las cosas como se quisiera y por eso estamos abiertos a las sugerencias, a las críticas. Trabajar en una ciudad como Camagüey resulta muy difícil, al igual que con los camagüeyanos, seres muy apegados a sus raíces, a su espacio. Cualquiera quiere y puede opinar, con los sentimientos positivos en la mano, o a veces de otra manera, pero incluso a ese lo oímos, porque detrás de cada preocupación hay algo que nos hace pensar y proyectarnos.

“Y siempre lo hacemos con el pensamiento y con el corazón. Cuando cada uno de nosotros habla con vehemencia de la ciudad es porque la quiere, aunque quizás algún enfoque no sea el más correcto en algún momento, pero siempre prevalece el sentimiento de pertenencia”.

Fotos: Rodolfo Blanco Cué/ACNFotos: Rodolfo Blanco Cué/ACN

Luego, en declaraciones a la prensa Joseíto abundó en responsabilidades y orgullos de “su” Oficina.

“Esta historia de 26 años está llena de aconteceres. Nos lleva a pensar en los inicios, en la aprobación como Oficina, en las expectativas que creó en el pueblo camagüeyano, que se juntó con la aspiración que proviene de la obra de quienes nos antecedieron de que algún día una parte del Centro Histórico fuera Patrimonio Mundial. Entonces, esa expectativa, y el legado histórico y cultural crean un compromiso importante.

“Señalar obras de manera independiente no da la dimensión de lo que es necesario emprender en un lugar como Camagüey, ciudad patrimonial, de las primeras ciudades cubanas, de las más importantes, cabecera de una región histórica imprescindible en la construcción de la nación, de la nacionalidad; territorio que ha aportado tanto en hechos de altísima significación como en personalidades.

“Aquí la gente se siente con derecho de opinar sobre lo que se hace, sobre lo que no se hace, sobre lo que falta, sobre la manera en que hay que hacerlo, lo cual nos obliga a estar apegados a las personas, buscar los mecanismos apropiados para oír sus opiniones, para explicar cuando algo no puede ser; emplear la ciencia, prepararnos constantemente.

“Ya hoy vamos por una tercera generación de personas que se han incorporado a la Oficina, que constituye un reto, en primer lugar enseñarles a que aprehendan de la ciudad; porque trabajar en la Oficina no es trabajar en una institución encerrada en cuatro paredes; es trabajar para la ciudad, para las 340 000 personas que viven en ella, trabajar por una ciudad que tiene una importancia cardenal en la nación cubana. Ello lo convierte en una oportunidad maravillosa y también en un reto que todos los días te impone nuevos desafíos que hay que afrontar, porque lo más importarte sería poder legarles la ciudad a las personas que vienen después de la manera en que nos fue entregada a nosotros para que la disfrutemos hoy”.

El director de la OHCC se refirió también a la sorpresa-homenaje de este 24 de febrero.

“Deviene expresión del apoyo que recibimos en los últimos meses, muy de cerca en cuanto acontece en la Oficina y en la ciudad, en las pretensiones por el aniversario 510, que quizás no puedan ser como en años anteriores, mas a pesar de las dificultades se van a hacer cosas, ya empezamos a hacerlas, no todo lo que quisiéramos, pero sí, la dirección del Partido, del Gobierno, el propio Primer Secretario han estado apegados a nuestro quehacer, sobre todo en apreciar la manera en que la Oficina puede imbricarse en las decisiones con relación al patrimonio e incluso en otros territorios.

“El legado de aquellos que hace 26 años identificaron que era imprescindible una institución como esta, se ha entendido de manera cabal, a pesar de las difíciles circunstancias desde todo punto de vista, no solo objetivas.

“Cuando hay problemas materiales las conductas tienden a coger cursos negativos. He ahí el principal desafío, que la gente siga queriendo a su ciudad, que la cuide, a nivel ciudadano, y a nivel institucional; que se comprenda que hoy es más difícil hacer, por lo que resulta trascendente que cuidemos lo material, ese patrimonio edificado que expresa siglos de desarrollo económico, social, pero también las costumbres. Hay hitos que nos marcan, ciudad de las iglesias, de los tinajones, pero el camagüeyano se ha distinguido sobre todo por su manera de comportarse. Y ese es el principal recurso que debemos cuidar, porque el camagüeyano construyó la ciudad. Ese Centro Histórico, Monumento Nacional todo, y una parte Patrimonio Mundial, lo hicieron los camagüeyanos, con las características de cada momento, pero si lo supimos hacer y pasaron guerras y períodos difíciles y la ciudad llegó a nosotros como está, a las generaciones que hoy confluimos en ese Camagüey el único camino que tenemos es preservarlo”.