CAMAGÜEY.- Un mayor rigor en el cumplimiento de las medidas, con el propósito de prevenir lamentables accidentes, fallecidos y lesionados, exigirá la Unidad Provincial de Tránsito en Camagüey, a partir del incremento de esos hechos durante el actual mes en el territorio.

El exceso de velocidad, el irrespeto al derecho de vía, la ingestión de bebidas alcohólicas, no usar los accesorios de seguridad y el desperfecto técnico de los vehículos, se incluyen entre las principales causas de los siniestros, informó el teniente coronel Rafael Torres Molina, jefe del citado órgano del Ministerio del Interior en esta demarcación.

En tal sentido, exhortó a extremar la disciplina vial en estos días finales del año, en los que habitualmente ocurren trágicos incidentes, según reseña la web de la emisora local Radio Cadena Agramonte.

Torres Molina explicó que en un primer momento se realizará el apercibimiento con los conductores que infrinjan la Ley 109 del Código de Seguridad Vial y, en el caso de los reincidentes, se les decomisará el medio de transporte.

Los vehículos que no presenten la documentación requerida, serán trasladados a los depósitos Camilo Torres, y el ubicado en el reparto Las Mercedes, de esta ciudad.

Puntualizó que se consideran violaciones, la circulación por las calles de los equipos que no dispongan de la licencia de conducción requerida para cada categoría.

De igual modo, constituye una infracción el movimiento de los cocheros en los horarios prohibidos, mientras que para los motores y ciclomotores es obligatorio el uso del casco protector y a los riquimbilis se les exigirá el proceso de homologación para transitar por la vía pública.

Según una reciente publicación de la Agencia Cubana de Noticias, de enero a septiembre pasado en el país ocurrieron exactamente siete mil 302 accidentes de tránsito y aunque existe una ligera disminución en comparación con similares períodos anteriores, falta mucho por hacer para incrementar la percepción de riesgo.

Cuba posee un Plan Estratégico para el período 2018-2030 con vistas a reducir en un 50 por ciento esos sucesos, fallecidos, lesionados y las pérdidas económicas que provocan, con la finalidad de lograr una inclusión efectiva de la educación vial en todos los niveles del sistema de enseñanza.