SANTA CRUZ DEL SUR, CAMAGÜEY.- A Santa Cruz del Sur el viaje es largo, si se toma como punto de salida la mediterránea ciudad de Camagüey. Por la carretera irregular, con muchos tramos en mal estado, aprecias de otra manera el amanecer.
La salida del sol pinta para una hermosa mañana. A ambos lados asoman niños y adolescentes vestidos para la escuela, y jóvenes y adultos que por la ropa van camino a labores en el campo.
Siempre sobrecoge topar dos cementerios a ambos lados del camino, y da otras luces encontrar cañaverales, un maizal de mazorcas tiernas, área de mangos de estación y cocoteros a la entrada de territorio principal.
Allí se esperaba la visita de la directora de la oficina de asuntos religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Se llama Caridad Diego Bello, una señora bonita física y espiritualmente, porque de ella se dice que sabe escuchar y dialogar.
A diferencia de la ciudad camagüeyana y de gran parte del trayecto, en este poblado costero a esa hora de la mañana la calle estaba mojada por una lluvia suave y persistente desde la madrugada.
En todos y en todo ha de haberse fijado la visitante. Este tipo de recorridos permite dos aristas de un asunto. Por un lado, el punto de vista de quien es mirado; y por el otro, la calidad profesional y humana de quien mira.
Era un día nublado pero fue un gran día por los colores que aportó esta visita, desde que ya se confirmaba la noticia de Caridad Diego Bello en Santa Cruz.
UN SALUDO AL PELOTÓN CAÑERO
En seguida salió al encuentro del colectivo del lote cañero de San Pedro, perteneciente a la UBPC Los Pinos. Hombres y mujeres estaban en plena faena de siembra. Las condiciones de humedad favorecen el aprovechamiento de la semilla.
Cuando habían intercambiado saludos y opiniones acerca del funcionamiento del sindicato y del Partido en su base, en busca de la representatividad de intereses en colectivo, las palabras de un obrero sonaron como a disparo.
“Dile a Canel (se refirió al presidente Miguel Díaz-Canel) que necesitamos lima. Por la calle la están vendiendo hasta a 800 pesos. Tenemos que trabajar con el machete como un serrucho. Hoy mismo nos tuvimos que vestir oscuro (a oscuras por el apagón), pero esto no se puede caer, porque si se cae es peor”, dijo Raúl Dandy.
En efecto, el principal reclamo del grupo fue de implementos para mejorar sus condiciones de trabajo, implementos básicos, como guantes y machetes. Entonces, Silvia, salió a defender a su jefe de la cooperativa y pedir apoyo para él con una turbina: “A cubo logramos viandas. Nos metemos descalzas para regar cada matica”.
Con Caridad además plantearon criterios diferentes acerca del código de las familias, y le agradecieron el gesto de llegar a conversar con un colectivo obrero, plantado desde bien temprano en esa tierra mojada, porque de la cosecha de esa tierra cobran y alimentan a la familia.
EN LA COMUNIDAD DE HAITÍ
Más adelante se localiza la comunidad de Haití. En ese punto geográfico tienen bien identificados sus problemas y la confianza de que las soluciones sean desde la Revolución. En la práctica, la Revolución son las personas esperanzadas, creativas e inconformes que siempre han de plantearse una meta superior.
Es la percepción que da el intercambio con Caridad Diego Bello. Hay que decir con honestidad los problemas, recalcó ella delante del grupo de trabajo comunitario de la circunscripción 77.
En ese lugar compartió con personas en situación de vulnerabilidad, y beneficiadas por programas de atención social como una señora de 85 años a la que asignaron una cuidadora. La anciana, madre de ocho hijos solo vive con el menor, que es paciente con trastorno mentales y en las crisis hasta la golpea. La ayuda incluye el mejoramiento de la vivienda.
Cuando se corrió el rumor de la visita, al encuentro de Caridad salió una trasplantada de riñón, operada hace 17 años, que pide ayuda para un servicio sanitario en correspondencia con sus cuidados.
En plena calle fue directo hasta ella una joven de las 317 identificadas en el territorio para el programa demográfico de beneficio a madre de tres o más hijos que, por esa misma razón, reclamaba la casa que le prometieron. En correspondencia con sus habilidades y las condiciones del municipio, ya recibió como oferta de empleo ser cuidadora de dos ancianos, pero depende de que sus niños dispongan del círculo infantil.
La visitante caminó prácticamente la circunscripción, entró a la bodega, preguntó acerca de la canasta y de otros productos. En general, en Haití escuchó de dificultades y también anotó la aspiración de ser sede de la serie nacional de béisbol, ya que su estadio fue hace poco reparado.
EPISUR, SANTA CRUZ DEL SUR
La Empresa Pesquera Industrial Santa Cruz del Sur (Episur) tiene 850 trabajadores y a ninguno lo han mandado para su casa a pesar de que nueve barcos camaroneros están detenidos por falta de combustible. Solamente en una noche un barco gasta 500 litros, porque la pesca del camarón se hace en movimiento, arrastrando las redes.
El encargo de esta empresa es duro, señaló Fidel Sosa Pérez, el director de operaciones pesqueras, con énfasis en que no pueden dejar de exportar (camarón, langosta, pepino de mar, cobo y pescado) y además de garantizar las 300 toneladas para dietas médicas de Santiago de Cuba, Villa Clara y Camagüey.
El grupo se situó a la sombra de un cocotero, pero pegado a la flota, encabezada por el barco de ferrocemento número 14, que tiene unos 35 años de explotación. Por su reparación en el astillero, asumida por los propios trabajadores de la empresa, ahorraron, según Sosa Pérez, más de un millón de pesos.
Episur es dirigida por una mujer, Neri Magadán Escalona, quien lleva 30 años en el sector. “A mi nada más me falta pescar, pero soy miedosa”, dijo aunque prácticamente nadie le creyó porque ha sido grande el impulso de su empresa.
Tiene cuatro más empoderadas y por la gestión en colectivo ha puesto a andar una planta alternativa alimentaria, con resultados halagüeños. Harina de arroz, jugo, mermeladas, dulces, aceite de maní y todo el encadenamiento posible lo promueven con el objetivo de mantenerse a flote.
Con Caridad Diego Bello De conversaron esto y otros temas de la actualidad en Cuba, relacionados con el Código de las Familias, la ética y el comportamiento social, el relevo de los jóvenes, los planes para la eficiencia económica porque el 80 por ciento del producto interno bruto del país sale de la empresa estatal socialista.