Foto:Cortesía del entrevistadoFoto:Cortesía del entrevistadoCAMAGÜEY.- Con una sólida demostración teórica y práctica, el investigador camagüeyano arquitecto Guillermo De la Paz Pérez, Profesor Titular de la Facultad de Construcciones de la Universidad Ignacio Agramonte Loynaz, enriqueció las normas cubanas de arquitectura bioclimática que se espera entren en vigor este 2021.

Su aporte está contenido en la tesis de Doctorado defendida en el 2019 en la Universidad Tecnológica de La Habana Jose Antonio Echeverría (Cujae), en la que sostiene como un elemento esencial una mayor especificidad en la consideración del control solar y su viabilidad como principal estrategia bioclimática. Además, incorpora la aplicación informática CtrolSOLARQ para los proyectistas de todo el país.

Esto último resulta de gran utilidad para la elaboración de los proyectos, proporciona a los arquitectos ángulos optimizados para el diseño de elementos de protección solar de ventanas, según la ubicación del edificio en el territorio nacional y el ambiente construido más próximo, mientras reduce el tiempo requerido para cálculos complejos.

En Cuba existe una norma dedicada al diseño de la envolvente arquitectónica para la eficiencia energética, pero no establece requerimientos según la orientación específica del edificio, ni considera el contexto urbano, pues está pensada para la verificación y no para diseñar.

De acuerdo con el entrevistado, se espera que este 2021 esté disponible la nueva versión con los reajustes y modificaciones en cuyo objetivo labora de conjunto con la MSc. arquitecta Olga Pérez, presidenta del Comité Técnico de Normalización de diseño bioclimático y sostenible en la construcción.

En abril del 2021 en Camagüey comenzó un programa de capacitación para implementar el Decreto Ley 345 de 2019 “Del desarrollo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía” (donde se incluye la arquitectura bioclimática), proceso interferido actualmente por el agravamiento de la pandemia de la COVID-19.

Diseñada con y no contra el clima, según el profesor De la Paz, la arquitectura bioclimática optimiza las relaciones energéticas y ambientales entre el hombre y el clima local, mediante un diseño arquitectónico que aprovecha los recursos naturales con sombra, luz, viento, vegetación, lluvia, entre otros.

La ilusión de De La Paz, de disminuir la demanda de energía, con la aplicación de la arquitectura bioclimática no es inalcanzable, depende de la vocación emprendedora de aplicar el sentido común y conocimientos tan antiguos como los de la época de Sócrates y Aristóteles, desde luego, considerando los actuales avances científicos y el uso de determinados recursos materiales.

En Camagüey se evaluaron los edificios de la Empresa Comercializadora de Combustible (Cupet) y la División Territorial de Copextel en el 2013, cuyos resultados fueron presentados en la V Conferencia Internacional Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Sostenible, con sede en la Casa de Altos Estudios camagüeyana.

Quedaron demostradas las implicaciones térmica, lumínica, energética y ambiental del uso del vidrio sin protección solar que no favorece la disminución de la demanda energética, lo que requiere de una inversión de rehabilitación energética de esos envolventes que puede ser amortizada en poco tiempo con el ahorro de energía, correcciones y mantenimiento.