CAMAGÜEY- Serios problemas contables, administrativos y productivos matizan hoy la realidad de las empresas estatales pertenecientes al Ministerio de la Agricultura en la provincia. La mayor parte de ellos -si bien se han agudizado por el Ordenamiento Monetario que vive el país- no son producto de esta transformación sino resultado de la acumulación por años de deficiencias y malas gestiones. Muestra fehaciente de ello es que de las 25 de entidades camagüeyanas del Minagri, 17 cerraron con pérdidas económicas el 2020.

Cambiar esa realidad a través del fortalecimiento y transformación de la empresa estatal socialista es el principal objetivo del paquete de 15 medidas publicadas este 7 de mayo por la Gaceta Oficial No.51 Ordinaria de 2021. Ellas se suman a las 28 adoptadas con anterioridad y que permiten una mayor autonomía a las direcciones de las entidades. Para evaluar cómo se aterrizan en este territorio las disposiciones antes mencionadas en las empresas que fomentan la ganadería, realizó recientemente un encuentro el viceprimer ministro cubano Jorge Luis Tapia Fonseca.

Durante el análisis el dirigente constató la poca agilidad en la aplicación de las nuevas disposiciones en esta demarcación. Se identificaron además como lastres que frenan el desarrollo ganadero estatal los deficientes sistemas de pagos que no estimulan al obrero y que lo dejan en desventaja económica en comparación con el sector presupuestado; el exceso de empleados indirectos y los escasos rebaños que poseen hoy las entidades estatales.

Se suman a esta desfavorable realidad los problemas de manejo como los pocos nacimientos vacunos y la mortalidad, la insuficiente inseminación artificial y siembra de plantas proteicas, la morosidad en la búsqueda de renglones para la comercialización de Moneda Libremente Convertible y la poca diversificación de estas unidades productivas.

Jorge Luis Tapia intercambia sobre las medidas aprobadas por el gobierno para impulsar la producción de alimentos. Foto: Rodolfo Blanco Cué/ ACNJorge Luis Tapia intercambia sobre las medidas aprobadas por el gobierno para impulsar la producción de alimentos. Foto: Rodolfo Blanco Cué/ ACN

Tapia Fonseca recalcó que la empresa estatal está hoy en igualdad de condiciones con el sector campesino. Ambas figuras económicas poseen las mismas libertades para la gestión y comercialización lo que impone un cambio urgente en la mentalidad de los empresarios. Nada justifica que un solo campesino tenga más ganado y mejores resultados que una empresa. El tiempo en que las mismas no producían y se dedicaban básicamente a prestar servicios tiene que quedar en el pasado, señaló.

Se refirió también a la urgencia de sembrar alimento para el ganado bovino y para la cría ovino-caprina y cunícula, estas últimas insuficientes en la provincia y que no precisan para su fomento la importación de comida.

Al referirse a la producción de carne de cerdo, enfatizó en la urgencia de la siembra de maíz y yuca y la búsqueda de otras alternativas para la alimentación porcina como el palmiche, pues el país no posee la solvencia económica necesaria para importar los volúmenes de alimento con ese fin.

En el intercambio se resaltó el papel que a la luz de las nuevas medidas para el fortalecimiento de la agricultura tiene el proceso de contratación y recontratación, este último marcadamente atrasado en la provincia. Fonseca insistió en la necesidad de que los organismos lleguen a la base, visiten a cada productor para que los compromisos contractuales se ajusten a las potencialidades productivas y pueda ser auditables.

Camagüey, la provincia con mayor potencial ganadero en Cuba, tiene muchos desafíos por delante para recuperar la vitalidad de un renglón económico que es tradición en esta región. En la concreción de ese objetivo es imprescindible poner en práctica las nuevas normas para transformar las empresas estatales, sin las cuales no es posible el necesario incremento de la producción de alimentos para satisfacer las necesidades del pueblo y aportar a la economía del país.