CAMAGÜEY.- Como una modalidad de empleo oportuna en tiempos de la pandemia de la COVID-19, de gran alcance y provechosa, califican muchos de los camagüeyanos que así lo desempeñan, el trabajo a distancia, cuyas actividades ejercen actualmente más de siete mil personas en la provincia.

Durante un año de la incidencia de la enfermedad en Cuba, se ha demostrado la efectividad de esta medida para favorecer el distanciamiento social, y a la vez ratifica sus potencialidades en términos laborales por las amplias ventajas para el trabajador, además del ahorro de recursos y la eficiencia que repercuten a nivel de país.

Sheila Barros Fals, periodista que labora en la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, y quien está acogida a la forma de teletrabajo, comentó a la Agencia Cubana de Noticias que es muy provechosa, pues gestiona su tiempo en función de lograr un producto acorde a las ventajas de horario y flexibilidad que se les brindan.

Aunque resulta un reto vincular el trabajo profesional con el doméstico y atender a su niña, lo considera como una forma de abrir nuevos horizontes, y ahorrar recursos materiales.

 Por otro lado, opinó, puede ser bien controlada, todo depende de las particularidades de la empresa y las características de sus directivos y personal, las condiciones de conectividad a Internet y la comunicación diaria.

 Profesor de la carrera de Licenciatura en Ciencias Alimentarias de la Universidad de Camagüey, Osvaldo Nápoles,  refirió por otra parte que no se ha desvinculado del trabajo con los alumnos, a pesar de la situación epidemiológica, y junto al resto del claustro, ofrece atención y asesoramiento diferenciados mediante plataformas virtuales u otras vías de comunicación.

 Esas tareas, las cumple a la par del Doctorado en Ciencias que efectúa, y a distancia a través de grupos de WhattsApp y diversas formas a través de los cuales ejecuta las actividades, dedica tiempo a la búsqueda de información, y a investigar.

 El trabajo a distancia posee muchas ventajas, aseveró, y una de ellas, muy importantes en la organización de nuestro ámbito, es la flexibilidad, lo cual permite más inmediatez y reaccionar ante cada desempeño.

En otro momento no se valoraban estas alternativas en cuanto a la preparación y el intercambio académico, de ahí que muchas deban incorporarse a la dinámica del sector laboral en el país, afirmó.

Damaris Hernández ejerce desde el hogar sus faenas de Especialista de Comunicación del Centro de Investigaciones de Medio Ambiente de Camagüey, y expresó a la ACN que así logra mayor productividad, y además se incentiva el desarrollo de competencias tecnológicas y el trabajo colaborativo de manera virtual.

Tras enfatizar los beneficios de protegerse de la COVID-19,  la joven de 28 años de edad calificó la mencionada variante de empleo como una experiencia sin precedentes que ofrece múltiples potencialidades, y una vez terminada la contingencia epidemiológica, puede combinarse con la modalidad presencial, sin descuidar la exigencia y la autoresponsabilidad, aseguró.

El trabajo a distancia en la isla antillana se promulga desde el 2014 en la Ley No. 116 del Código del Trabajo, y hoy el ministerio encargado de la esfera laboral y la seguridad social, organismos, universidades y la Central de Trabajadores de Cuba investigan y analizan sobre el tema y la posibilidad registrar algunos cargos de manera permanente.