CAMAGÜEY. En fecha tan temprana como el 30 de diciembre de 1960, Fidel, avizorando el rol que jugaría la solidaridad internacional en el naciente proceso revolucionario, fundó el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. Desde entonces, Cuba jamás ha estado sola. La fecha se celebró este viernes en la sede camagüeyana de esa institución, que ha sido casa para miles cubanos nacidos en otras tierras.

Es este un colectivo pequeño; pero sus ganas de hacer se multiplican en el empeño para que quienes están lejos de casa se sientan en familia, razones que fueron suficientes para que se les otorgara, este 11 de diciembre, la condición de Distinguido Nacional por parte del sindicato de la Administración Pública. Son esas las mismas motivaciones por las que Osneris Menéndez Riverón lleva allí más de 10 años siendo hermano, padre, amigo de cientos.

La Central de Trabajadores de Cuba en la provincia de Camagüey también los reconoció con la distinción Por las Sendas de Agramonte. El Partido, el Gobierno y los Comité de Defensa de la Revolución agasajaron a esta institución en patio más solidario de Camagüey, el de la casona de la Avenida de la Libertad; donde confluyen llegados lo mismo de Australia, América, África, Eurasia, y hasta de Antártida; para hablar un mismo idioma, el de la solidaridad.

Saido Dansó llegó a Cuba en 2006. Venía de Guinea Bissau a hacer una carrera universitaria. Hoy es profesor de la Universidad de Camagüey, presidente de la Unión de Africanos de la provincia, y por si fuera poco, de su CDR. Dansó rememoró en la actividad cómo a pocos días de estar en la Isla, Francisco López Domínguez, entonces delegado del ICAP en el territorio, lo convocó para su primer trabajo voluntario. Desde ese día, el incansable Paquito se convirtió en su padre.

El ICAP -constituido con el objetivo de promover y canalizar, con proyección universal, las relaciones de solidaridad que desde sus inicios suscitó la Revolución Cubana en todos los confines del mundo, y así viabilizar el interés de múltiples grupos representativos de los sectores populares y progresistas de todo el mundo de visitar la isla y conocer desde dentro las transformaciones sociales, económicas y políticas que realizaba la naciente Revolución, asediada desde entonces por la política hostil del gobierno de los Estados Unidos- ha cumplido su misión durante 60 años y es hoy una trinchera para defender la realidad cubana en el mundo.