CAMAGÜEY.- Maykel Puig lleva cuatro años como usufructuario, cuando se le metió en la cabeza pedir esas tierras jamás pensó avanzar tanto en tan poco tiempo. A pesar de lo irregular del terreno, de que en época de lluvia hay buena parte de las tres hectáreas que no puede utilizar porque se inunda, no ha dejado cumplir sus compromisos con la UBPC Primero de Enero, a la que pertenece.

Hoy la Finca Ojalá exhibe 130 matas de aguacate, 75 de coco, yuca, plátano, caña y una envidiable sombra proporcionada por matas mangos y su fuerte es el ganado menor. Este campesino camagüeyano tiene, además, carneros, patos, guanajos, gallina y cerdos. A pesar de que su misión fundamental es la entrega carne, “todo lo que sale de esta finca va a la cooperativa y una parte la empleamos en el autoconsumo familiar”, dijo.

Maykel ha logrado satisfacer sus necesidades y aportar el excedente a la alimentación del pueblo, diversificando cada vez más sus producciones. Pero no queda allí, “ahora estoy intercalando calabaza con 1000 posturas de frutabomba, esto es pequeño y tengo que aprovechar al máximo el espacio”.

El último año, a pesar de las dificultades, la Finca Ojalá entregó a su UBPC 20 quintales de yuca, plátano y mango, “no pude cumplir con la entrega de carne porque me cayó la enfermedad de los ovejos y perdí muchos, ahora trabajo en incrementar la masa para ponerme al día con los planes”.

Sin embargo, a Ojalá no nos llevaron sus resultados productivos, llegamos allí tras uno de esos gestos que se han vuelto comunes en tiempos de coronavirus. “Los enfermos necesitan, hoy más que nunca, de nuestros aportes, tenía 20 cajas de mango para donar, en un primer momento pensé en el Hospital Militar, luego le pedí ayuda al Consejo de Defensa Municipal para poner el producto donde verdaderamente hiciera falta”, explicó.

Hoy los mangos de Maikel se aprovechan en el Hospital Psiquiátrico y el Hogar de Ancianos, dos centros que, por lo sensible del personal que atienden, tienen regímenes diferentes. Es muy importante tener frutas que se pueden utilizar en meriendas y comidas, ya yo con el mango que dispongo voy a cumplir mis compromisos de entrega, ese está seguro, pero qué mejor destino para el excedente que allí donde más lo necesite hoy la Revolución”.

Más de 200 pacientes del Hospital Psiquiátrico “René Vallejo Ortiz” se beneficiarán de los mangos salidos de Ojalá, según explicó el doctor Frank Estenoz Pérez, director del centro asistencial, a los pacientes que atienden allí les vienen muy bien los alimentos naturales y sin químicos, “por eso agradecemos el gesto de este humilde campesino”, agregó.

Quizás muchos de los que aprovechen las frutas donadas por Maykel no tengan idea de quien es él, alguien jugando con el nombre de la finca cuando casi acababa todo dijo: ojalá, ojalá existan muchos como él, y sí, por estos días existen muchos que como él no dan lo que les sobra, comparten lo que tienen.